América Latina: ¿clase media de las naciones?

Para ello es necesario que los países dd Norte dejen de proteger sus actividades primarias en la forma en que lo han venido haciendo hasta ahora; que permitan un mayor grado de desrorrollo y procesa– mi-ento local de los recursos naturales de que disponen los países del Sur; que hagan posible que éstos desarrollen actividades industriales capaces de generar un mayor valor agregado, una mayor capacidad de innovación tecnológica y un mayor impulso global a sus economías. Los países industrializados deberán aplicar las políticas de ajuste que sean necesarias para que puedan operar aquellas fuerzas que en la actualidad están impulsando un reordenamiento más racional de la antigua división internacional del trabajo. Los costos de estas políticas no parecen ser excesivos en términos absolutos y, en todo caso, sólo representarían una pequeña fracción de los costos provocados por el desplazamiento de actividades productivas, la reconversión industrial y la adaptaci6n de la mano de 'Obra que se están produciendo como consecuencia de la especialización, la competencia y el cambi'O tecno. lógico en el interior de los propios paIses industrializados, .así como de la concu'rrenda que tiene lugar entre ellos mismos. En el fondo se trata. de que los países del Norte apliquen efecti_ vamente los principios que han sostenido durante largo tiempo. Estos países no deberían consi-derar aquellas políticas de ajuste como una carga excepcional asumida en beneficio de los países en desarropo, sino como una parte normal de sus procesos de modernización indus. trial, que deben encarar si no quieren condenar al atraso sus aparatos productivos y perder la competencia industrial con sus socios en el Norte -e incluso, gradualmente, con sus nuevos competidores en el Sur. 18 LAS DIFERENCIACIONES EN EL SUR Por su parte, el Sur dista mucho de constituir un bloque homogéneo, como presume el programa del Nuevo Orden Econ6mico Internacio. nal. En efecto, dentro del Sur es posible distinguir, a lo menos: a) los 18 Entre los alegatos más convincentes en favor de estas políticas, elaborados en el Norte, ver B. Evers et. al., Perspectives on Industrial Readjustment: the EEC and the Developing Countries, DRI, Holanda, 1977. Ver también los documentos presentados a La conferencia sobre Adjustment Policíes, ISS, La Haya, 1977, especialmente su Final Report. Ver también los trabajos editados por P. J. Katzenstein y agrupados bajo el título Between Power and Plenty: foreign economic policíes of advan– ced countries, en el vol. 31, N9 4 de la revista International Organization, otoño de 1977. Ver también H. B. Malmgrem, Trade Policíes for Deve. loping Countries in the Next Decade, en The North South Debate, edi– tado por J. N. Bhagwati, N. York, 1977, y J. K. HelLeiner, World Market Impcrfections and the Developing Countries, ODC, mayo 1978. 136

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