América Latina: ¿clase media de las naciones?

JUlClO- por el ex embajador de los Estados Unidos en las Naciones Unidas, señor Mohinyan. El primero de los modelos anteriormente señalados propicIa la plena integración de las economías periférj'cas en el sistema capitallista internacional, a través de los mecanismos del mercado. El tercero pro. pone un grado de integración considerable, pero a través de medidas que implican un profundo grado de intervención en los mercados in. ternacionales, por su reemplazo por mecanismos más centralizados. El segundo modelo, finalmente, rechaza no sólo los mecanismos del mero cado, como un instrumento para integrarse en la economía interna. cional, sino la integración misma de los países perifér.kos en el sistema capitalista mundial, como una meta deseable. Naturalmente, las estrategias más aptas para promover la imple– mentación de cada uno de estos modelos corresponden, aproximada. mente, a las alternativas de exit, voice y loyalty propuestas en suopor. tunidad por Albert Hirschman para analizar el funcionamiento de -los sistemas sociales desd,e un punto de vista más amplio. Ninguno de estos tres modelos parece tener actualmente un grado de viabilidad razonable. El primero supone la existencia de mercados que funcionen bajo condiciones de competencia perfecta, lo que no ocurre debido a las distorsiones provocadas por los 'Oligopolios nacionales o transna– ciondes y por las políticas proteccionistas adoptadas por los países industriales. El segundo modelo parece contrario a la expeúencia his– tórica reciente, a la luz de la cual el crecimiento de los países en desarrollo 'estuvo estrechamente asociado con su ,progresiva participa. ción en el comercio internacional, y con la expansión sostenida que experimenta hasta fines del decenio pasado la economía mundial 1S Finalmente, y como ya se ha señalado, la tercera alternativa encUentra serias resistencias y hasta ahora ha conducido a logros limitados, como consecuencia de que: a) representa típicamente una estrategia de transo ferencia unilateral de recursos de tipo zero sum game, b) propone un conjunto de medidas excesivamente generales y, pOr consiguiente, muy difíciles de implementar, y e) no toma debidamente en cuenta las diferencias existentes en el interior de los países en desarrollo. Frente a un modelo basado en .la regulación global de los mer– cados, los países 'en desarrollo podrían encontrar una cuarta opción en una estrategia de "partidpación selectiva" en el sistema interna. donal, basada en el reconocimiento de realidades como las señaladas 15 Una discusión extremadamente lúcida sobre la materia se encuen– tra en A. Fishlow, A New International Economic Order What Kind?, en la obra del mismo autor ya citada. 134

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