América Latina: ¿clase media de las naciones?
para otros que pretenden solucionár la unidad nacional cón un Estado sin participaci6n y con signos de intolerancia política. ' . El reciente surgimIento del 'autoritarisino fue derrotado por la so~ ciedad de la India y como vimos, su experiencia demostr6 que a pesar de la pobreza es posible construir la democracia. Su doctrina de no ~lineamiento también es una experiencia útil para: América Latina, sobre todo cuando nuestra presencia internacio~ nal ha decaído, en parte por haberse enclaustrado en un h10qúe de– terminado y por sus divisiones internas. La pasividad, 10s atavismos culturales y religiosos, la sociedad de castas y cierto fata:1ismo frente al destino y ante el futuro, no son va.. lores que sean útiles para Amédcll' Latina, a pesar que en la práctica social de nuestra región tÍ'enenenorme influencia. Precisamente, como lo ha demostrado Myrdal,esos atavismos han condicionado al retraso de India y t::mbién han retardado el d,esarrollo en nuestra regi6n. 27 Como se ha dicho, China con su modelo revolucionario de autososte– nimiento, no para copia;r.1o, 'pero sí para aprender 10 que es útil de acuerdo a nuestra idiosincrasia. Su posición tercermundista como es– trategia para acrecentar la autonomía también es un legado int·eresante. Según Kahn, ]¡¡¡pón es el mayor Estado del futuro y tendría un 20'% del PGB de BE. UU. y el 40% de la URSS, con ,lo cual muestra un verdadero milagro económico y con un 70% de base política: s6- lida y democrática. 28 No obstante, algunos dicen que tiene pies de barro en varios aspectos, por ejemplo, sudependenda en la defensa americana; la crisis de 111' juventud que se revela frente al quiebre del sistema de AMAE o dependencia paternal; el quiebre de valores, de ola tradición y su extrema dependencia estratégica del exterio'r lo ha. 27 Myrdal Gunnar, Asian Drama, New York, Pantheon Books, 1971. Opiniones semejantes -sobre obstáculos culturales y políticos pata el estilo occidental de desarrollo- en Mende Tibor, Soleils Levanta: Le Japon et La Chine, Paris, Seuil, 1975. En el caso de India ver: Nehru, op. cit., pp. 538-539. En la situación de América Latina ver: Véliz Claudia, The Politics of Conformity, Oxford Univ. Presa, 1917, pp. 1-15. Introducción del Profesor Véliz y Frederick B. Pike, "The New Corporatiam in Franco's Spain and Some Latin American Perspectives", pp. 171-211, en Fredrick B. Pike, Thomas Stritch (Eds.), The New Corporatism, Univ. of Noh'e Dame Presa, Notre Dame - London 1974. 28 Ver: Barnett A. Doak, China and the major Powers in East Asia, the Brookings Institution, Washington D. C., 1977. Ver cap. 1I, China and. Japan, pp. 88-153. Sobre los alcances del tratado Chino-Japonés ver la serie de artículos apareeídos Asahi Everungs News, 26, 28, 30, 31 agosto 1978 y en Mainichi Daily News, 3, 4, 5, 9, 10, '11, 13, 14, 15 agosto 1978. Las proyecciones del Japón ver en: Kahn Reman, The Emerging lapanese Super-state (1971). Según el autor, la tradi– ción contribuyó a la modernización y la tradición humanizó la indus- trialización. .. 102
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