Corea, perspectivas desde América Latina: IV encuentro de estudios coreanos en América Latina

El Programa Nuckar Norcoreano: Implicaciones y Perspectivas La crisis obligará a las economías de los agentes poderosos de la región, incluida la de los Estados Unidos, a optar por alternativas que no desesta– bilicen la arquitectura financiera mundial, por lo que una península libre de armas nucleares se perfilaría como el escenario ideal para todos ellos, excepto quizás para Corea del Norte. • Por otra parte, China podría volverse rehén de las ambiciones norcorea– nas. Al conocer el régimen de Kim Jong Illas consecuencias económicas de detonar inestabilidad regional para un vecino que aporta, según datos de diversas fuentes, el 45% de los insumos alimenticios al país y es el principal socio comercial, el programa nuclear podría volverse garantía de buena vo– luntad por parte del gobierno chino hacia Pyonyang. Ello dejaría comple– tamente aislado al país peninsular, situación que resultaría desastrosa para la dirigencia del país, pues sin el aporte chino, Corea del Norte difícilmente podría salir adelante por su cuenta. Sin embargo, también es cierto que los herederos de la Gran Muralla no limitarán el programa atómico norcoreano si no afecta la estabilidad econó– mica y financiera regional que tanto necesita China hoy en día para continuar erigiéndose como uno de los pilares económicos de primera línea a nivel mun– diaL Al mismo tiempo ha buscado la modernización de su ejército a través de un enorme gasto militar cuyo porcentaje en el PIB ha comenzado a ser mucho mayor (Lostumbo, 2009), aparejando su poderío económico con el militar. Estados Unidos. La estrategia que la Casa Blanca ha orquestado desde el inicio de las fricciones nucleares con el régimen norcoreano, se ha enfocado en un acercamiento multilateral bajo la expectativa de que bajo aislacionismo y presión internacional, Corea del Norte desistiría del desarrollo de arma– mento nuclear. Sin embargo, la estrategia no ha funcionado. Bajo el liderazgo de Kim 11 Sung y ahora Kim Jong 11, la república peninsular pareciera ser mas desafiante ante las posturas internacionales (Yuan, 2003b). La postura estadounidense no necesariamente se ha empatado con aque– llas visiones y necesidades de los demás actores regionales. China por ejemplo, percibe como mejor estrategia una serie de charlas bilaterales entre la Unión Americana y Corea del Norte, en tanto que Corea del Sur, aliado america– no, se opone terminantemente a operaciones militares, a sabiendas de que el 96 Corea, perspectivas desde América Latina

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