Corea, perspectivas desde América Latina: IV encuentro de estudios coreanos en América Latina

Corea y sutklmérica en 1m inicios del s. XIX En vista de 10 anterior, además del incremento exacerbado de su producción el cual superó con creces el mercado interno tras la revolución industrial, Ingla– terra aprendió una gran lección: ''El significado de la expansión colonial no fue comprendido hasta mucho tiempo después de 1815. [. ..] Los intereses británicos se concentraban más en la conquista de mercados, como los de Sudamérica, que en la obtención de costosas adquisiciones territoriales" (Woodward, 1984: 204). El ímpetu en la búsqueda de nuevos mercados habría de transformar el mundo y, tras la victoria sobre Napoleón, no existía en el mundo una poten– cia que pudiese contrapesar a Inglaterra en el liderazgo de dicho proceso de expansión capitalista. Es en este contexto, y debido a las motivaciones ante– riormente señaladas, que un navegante británico sería conducido tanto hacia las desconocidas costas de un reino denominado Corea como a las agitadas repúblicas latinoamericanas, en búsqueda de posibles nuevos mercados y de la consolidación de los intereses británicos en dichas regiones. El Capitán Basil Hall: Un referente de la Flota Naval Británica. Basil Hall nació en Edimburgo, Escocia el día 31 de diciembre de 1788. Hijo del afamado geólogo James Hall. En 1802 ingresó a la armada, comandó la nave "Lyra" que escoltaba la embajada de Lord Amherst's hacia China el año 1816. En 1820 el capitaneó una nave en la costa pacífica de América, recorriendo las costas de Chile, Perú y México para luego retirarse en 1824. Posteriormente, contrajo matrimonio en 1825 y en compañía de su esposa recorrió los Estados Unidos. Finalmente moriría, producto de una enfermedad, en Portsmouth el 11 de septiembre de 1844 (Encyclopedia Britannica). Su padre había escrito varios artículos para la "Transactions of the Royal Society ofEdimburgh", la cual presidia. No obstante, su hijo no heredó el gusto por el estudio en las aulas y terminó optando de forma temprana por la mari– na. Esta opción sería gratamente recompensada posteriormente, con su rápido ascenso en la armada. A la edad de catorce años, y aprestándose para zarpar, recibiría un regalo de su padre: un libro en blanco y una pluma para que co– menzara a escribir un diario (Electric Scotland). En 1814 fue nombrado comandante y tras visitar la isla de Java, fue desig– nado para comandar la nave "Lyra" en la embajada inglesa a Pekín. Mientras 274 Corea, perspectivas desde América Latina

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