Corea, perspectivas desde América Latina: IV encuentro de estudios coreanos en América Latina

"Corca y Los Coreanos En 1900A Través De Las CrónicllS y FotograftllS De Cario Rossetti" delegaciones extranjeras en Pekín o Tokio, eran todos europeos; en el caso de delegaciones en Corea, los mismos eran exclusivamente coreanos. La apertura de Corea y su conflictiva relación con Japón: Ya fue mencionado en pags. 5 y ss.el marco internacional al momento de la apertura de Corea. Este período entre 1864-1873, fue el de máximo aislamien– to. Desde la firma del Tratado de Kanghwa (1876), 6 años después de la revolu– ción Meiji, las potencias europeas intentaron la firma de tratados de Amistad y Comercio. Rossetti destaca la constante pérdida de influencia de China y la manera que esto influye en las relaciones exteriores de Corea. El joven rey Kojong, es aconsejado por Li Hongzhang, astuto virrey de Zhili (China) de abrir su país al exterior y firmar tratados, y es así que este favorece la firma en 1882, de un tratado con los EEUU, intentando con estos buenos oficios, que en el mismo figurara una cláusula por la cual los EEUU reconocerían la rel~ción de vasallaje de Corea hacia China, anulando el art.l° del Tratado con Japón, que reconocía la independencia coreana. En realidad China buscaba de esta manera, reducir la creciente influencia japonesa en Corea. El almirante Shufeldt, no aceptó esta iniciativa china y el 22 de Mayo de 1882, en Che– mulpo, se firmó el tratado, con los mismos derechos de extraterritorialidad, reconocidos a Japón. A este le siguieron Inglaterra y Alemania (1883); Italia (1884), Rusia (1885); Francia (1886), y más tarde Austria, Bélgica y Dinamar– ca. Rossetti relata minuciosamente los inconvenientes que sufrirá el Rey Ko– jong, las maquinaciones de su padre por impedir los tratados y contacto con los extranjeros, de como a través de ehamanes el Taewongu, hizo declarar que las malas cosechas eran el resultado de estos tratados, las intrigas y revueltas buscando mayor influencia ante la corte coreana, entre chinos y japoneses, el movimiento de Tonghak "disdpulos de la ciencia oriental", los decretos de la corte contre este movimiento, el asesinato por los japoneses de la reina Min (1895) para quitarla como obstáculo en el camino del avance de Japón sobre Corea, y todas las intrigas palaciegas posteriores. Rossetti se compadece de los azares de la vida del rey ya que este asesinato, acentuaron el sentimiento antijaponés, entre académicos confucianos y campesinos que provocaron re– vueltas continuas. Luego de buscar refugio en Rusia, el rey Kojong regresó a Gyeongungung (hoy Deoksugung), y Rossetti relata como en 1897, la dinastía Joseon proclamó el Imperio de Corea (1897-1910), en lo que él afirma como 264 Corea, perspectivas desde América Latina

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