Corea, perspectivas desde América Latina: IV encuentro de estudios coreanos en América Latina
Giuffré, M. Luego describe las características antropométricas de los coreanos, a los que reconoce con claros antecedentes mongoles, distinguiéndolos del tipo chino, y del japonés, "siendo más bellos físicamente que los unos y los otroS".280 Rossetti saca el mayor número de fotografías posibles que complementa con datos antropométricos, altura (mayor a la de chinos y japoneses),tipo y medida del cráneo, piel, ojos, una "bella raza", pero que para Rossetti, sor– prende por su "apatía", cuando la misma pasa por el concepto del tiempo, tan diverso del Occidental. . En el capítulo 2, describe los Antiguos Reinos, la leyenda de Tan'gun,el ori– gen de los sombreros, Los tres reinos Han, Kogurio, Silla y Paekche, Koryom, Mongoles y Ming. A través de su descripción se advierte que Rossetti se ha informado cui– dadosamente, conoce las leyendas del principe Hwanung, el sabio Kija y las 8 leyes fundamentales del reino. En el capítulo 3 describe a los reyes de Corea, desde T'aejo (1392-1398) hasta el más reciente a Rossetti, Kojong, que en 1897 cambia su título por el de Emperador, y es a quien le corresponde el difícil momento de la apertura a las potencias occidentales. En el cuarto capítulo "Intermedio doméstico", relata las vicisitudes para conseguir vivienda, dado que no abundaban las de estilo occidental, y el úni– co hotel no era recomendable. El traslado del consulado ruso a Chemulpo, permite que ocupe esa vivienda. Los toques de humor se advierten en la cu– riosa mezcla de palabras de MA, empleado de confianza, que era obsesionado por los idiomas y hablaba mezclando en pidgin, japonés, italiano, e ingles, por ejemplo: "Master stassera wantchy taberu six o'dock?" - que seria algo así como: Patrón/-amo, esta noche desea la mesa a las 6 en punto?, o "Master oggi go out mettere pelliccia" : Amo, esta noche sale con abrigo de piel?281 . Una tradición coreana, mantenida por muchos diplomáticos, era la de tener varios sirvientes, del más bajo escalafón del servicio, los Kisu, quienes tenían como misión ir anunciando el nombre y rango de los funcionarios coreanos, e ir abriendo, a su paso, todas las puertas. O bien el caso del Mun– jigi, especie de mayordomo, cuya misión consistía en franquear la puerta a los proveedores, y cobrar un "derecho de peaje" a los mismos. Y por último, 280 Rossetti: Op cit. Pg.3L 281 Rossetti pg. 69170 . IV Encuentro de Estudios Coreanos en América Latina 259
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