Corea, perspectivas desde América Latina: IV encuentro de estudios coreanos en América Latina
Giuffré, M. por los radicales Itagaki, Saigó e Soyeshima, favorable al uso de la fuerza en Corea, la presión para la apertura de puertos continúa. Entre 1871 y 1873, esta corriente logró un cierto consenso, pero prevalecieron los moderados hasta que en 1876, Japón logra, aplicando el método de las cañoneras, la apertura de algunos puertos para el comercio exterior. El 26 de Febrero de 1876, en Kanghwa, se abren los puertos de Fusan, Chemulpo y Wunsan, con beneficios de extraterritorialidad para Japón. Rossetti hace notar que hacia 1880 el joven rey Kojong , advierte que abrirse al comercio con potencias exteriores, podría obrar de contrapeso entre China y Japón. Comienza en Corea, un convulsionado período de 34 años en el cual su vida interna e internacional, fue regulada por Japón y por las tres potencias que tradicionalmente influenciaron el horizonte político coreano y en el confín del Noreste, se perfilaba además la Rusia zarista. Aún cuando después del tratado con Japón fueron firmados otros con los Esta– dos Unidos (1882), Gran Bretaña y Alemania (1883), Italia y Rusia (1884), Francia (1886); Corea constituiría por otros 20 años, el campo de las pujas políticas y militares por el predominio geopolítico, entre la vieja China y el Nuevo Japón de los Meiji. El 26 de Junio de 1884, se firma el primer tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre el reino de Italia y de Corea, mo– tivo de la presencia de Rossetti en Corea Los últimos años de influencia decisiva de China sobre Corea, llegan hasta 1895, y se advierte la debilidad del poder político coreano. Por el Tratado de Shimonoseki del 17 de Abril de 1895, China y Japón terminan su estado de guerra, la isla de Formosa y la de Pescadores pasan a poder japonés y Corea será reconocida como un estado independiente. Era urgente tomar medidas de reforma agraria, comercial, abrir las zonas mineras del norte, considerar los cambiosque acompaña~ toda inversión in– dustrial, ferrocarriles. Fueron años de desequilibrio y revueltas permanentes, especialmente campesinas. Los expertos extranjeros de las concesiones forá– neas, asesoraban sobre los cambios a realizar. Aparecen los tranvías, servicios postales y telefónicos desarrollados. Es en este momento tan especial para Corea, que Carlo Rossetti, arriba al país (1902). En plena etapa post-industrial, Corea no supo adaptarse a los nue– vos cambios ni tener buen manejo de las presiones diplomáticas americana y europeas. El aislamiento y los miedos trabaron su crecimiento, y esto es lo que IV Encuentro de Estudios Coreanos en América Latina 257
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