Corea, perspectivas desde América Latina: IV encuentro de estudios coreanos en América Latina
Giuffré, M. El año del tigre era el año 1866. El gobierno de Corea bajo el Taewongun, había levantado alrededor de cien de estos monumentos con el fin de desalen– tar el contacto de la gente con europeos. En la mitad del Siglo XIX Choson era un país extremadamente aislado. El sentimiento de seguridad de los coreanos sufriría un choque en los pri– meros contactos con Europeos y Americanos, ante la falta de respeto por las costumbres tradicionales. Por ello el gobierno colocaba las advertencias con– tra los bárbaros en esos monumentos en piedra. Pekín fue el lugar donde los Coreanos tomaron relación con los Occiden– tales, con sus ideas. Rara vez iban europeos a Corea y muchos eran mari– neros de barcos perdidos que si eran apresados, no eran liberados. En 1653 Hendrik Hamel 277 y otros marinos holandeses vagaban por la costa de la isla de Cheju,fueron hechos prisioneros como invasores y solo lograron librarse después de l3 años de prisión. Luego de llegar a Europa, vía Japón, el relato de Hamel fue traducido a varios idiomas, e hizo conocer a Corea en Europa - allí Hamel informa que los Europeos eran tratados con mezcla de curiosidad, bondad y arrogancia. 278 Los contactos con Occidentales, tuvieron un resultado importante : la fe católica que los coreanos conocieron en Pekín, se dispersó por Corea desde mitad S. XVIII, antes de que llegaran los misioneros a suelo coreano. La nue– va fe encontró oposición ya que los académicos Confucianos no encontraban justificación para una fe cristiana en un momento histórico familiar y por la negativa cristiana a profesar respeto hacia los antepasados de la manera tra– dicional. Corea continuaba siendo un estado autoritario reglado solo nominal– mente por el rey. El poder real ya no estaba en las manos de las facciones victoriosas de los aristócratas, los yangban, sino que se distribuían en los parientes de la familia real. Este desarrollo fue simple: Desde la muerte en 1800 del rey Chonjo, príncipes menores subieron al trono, representados por regentes. Fue en particular el clan Kim de Andoni, quien dominaba la políti– ca real. Nepotismo y corrupción se expandían. El viejo sistema de clases no estaba fijado. Muchos Yangban excluidos del gobierno, se empobrecieron. El 277 Hamel,H: pg.7 y ss. 278 http://www.hendrick-hamel.henny-savenije.pe.kr/ IV Encuentro de Estudios Coreanos en América Latina 255
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