Corea, perspectivas desde América Latina: IV encuentro de estudios coreanos en América Latina
"Del Nordeste de Asia hasta Cuba; chinos, japoneses y coreanos" Los chinos tuvieron la aparente "ventaja" de poder lidiar por su propia liber– tad al ser en gran número partícipes directos de las luchas emancipadoras cu– banas de finales del siglo XIX y su carácter cuantitativo les permitió imponerse paulatinamente en la sociedad cubana, al mezclarse entre afrocubanos y nati– vos 243 , aún agrupados en sociedades de socorro y ayuda mutua 244 para mantener durante más de siglo y medio, costumbres, tradiciones y en menor medida su propio idioma, dispersos y agrupados por todo el país. Los japoneses se comportaron en general más individualistas como resulta– do de la posesión de conocimientos y oficios diferentes entre SF45, que les brin– daron la posibilidad no sólo de insertarse en un lapso de tiempo comparativa– mente más breve en la sociedad cubana, sino que también en los casos de unión establecieron formas de producción avanzadas como fue la cooperativa de pro– ducción de verduras y hortalizas de la Isla de Pinos, que intentó su especializa– ción en el cultivo de pimientos para ser exportados hacia los Estados Unidos. La presencia física japonesa es posible hallarla en 46 localidades de la geogra– fía cubana, pero su mayor ubicación se produjo en tres zonas específicas; la Isla de Pinos y las provincias de Pinar del Río y Camagüef46. La congregación de los coreanos, a pesar de los esfuerzos, no alcanzó los resultados esperados. Su unión constituía una necesidad vitaL Los ínfimos sa– larios resultantes de largas jornadas de trabajo y el sustento insuficiente de las 243 La propia composición de la masa de inmigrantes chinos, que se caracterizó por estar constituida por hombres entre las edades de 15 a 45 años y por la casi absoluta ausencia de mujeres, determinó que los chinos buscaran pareja entre las afrocubanas y nativas, con excepción de los casos de algunos chinos libres que en mejor posición económica optaron por traer sus esposas o nuevas parejas desde China. 244 Entre 1867 y 1960 fueron creadas más 150 asociaciones de este tipo (incluye partidos políticos y sociedades juveniles y femeninas), diseminadas por todo el territorio cubano yen 1998 permanecían vigentes un total de 13 sociedades.(Baltar, José y Eng, Irminia, 1999) 245 Notable influencia en el nivel educacional de los japoneses que emigran a Cuba lo ejerce el Convenio firmado entre México-Japón (1917-1928) para eilibre ejercicio de la profe– sión de japoneses en México, que permitió la llegada de profesionales a saber: médicos, farmacéuticos, dentistas, parteras y veterinarios (Ota Mishima, 1997:57) y que abre la perspectiva a los japoneses acerca de las posibilidades de una migración preparada hacia América. 246 Al observar un mapa de Cuba puede apreciarse que estas tres zonas entre sí eran lo bas– tante distantes como para que se produjera un aislamiento entre los pobladores de cada comunidad. 224 Corea, perspectivas desde América Latina
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