Corea, perspectivas desde América Latina: IV encuentro de estudios coreanos en América Latina

López Aymes, j. F. Desarrollo Coreano, mejor conocido como KDI, por sus siglas en inglés. El KDI fue creado en 1971,163 y desde su fundación mantuvo una relación sim– biótica con el EPB y el MOF. Aunque otros institutos le precedieron,l64 nin– guno tuvo la importancia que adquiriría el KDI como el centro gravitacional de la investigación sobre política económica en Corea. En resumen, el RC res– pondía a las metas de la política industrial, por lo que los recursos humanos estaban concentrados en el gobierno mismo (i.e., en los ministerios y el KDI). Durante el primer lustro de los setenta, la capacidad desarrollada y acumu– lada del EPB, el MF y el KDI para concebir políticas macroeconómicas resul– taba insuficiente para comprender y gobernar las consecuencias microeconó– micas del impulso a la industria pesada. Conforme el desarrollo económico y la modernización industrial alcanzaron niveles superiores de complejidad (especialmente desde el "gran empuje" en 1973), el RC comenzó su amplia– ción. La necesidad de digerir este nuevo· contexto dio pie a la iniciativa de aprobar la creación de unidades de investigación empírica especializadas, o apoyar el fortalecimiento de las pocas existentes, para contribuir al diseño de políticas que dieran respuestas de largo plazo a los nuevos problemas. 165 El RC 163 El KDI se financió en un principio con fondos provenientes del gobierno y de ayuda extranjera, principalmente estadounidense. Según Mo (2005: 9), la agencia USAID per– mitió al gobierno coreano destinar 1.3 mil millones de won de la cuenta de ayuda para el desarrollo y proveyó otros 1.5 millones de dólares para financiar varios programas del KDI. El gobierno aportó directamente 500 millones de won. 164 Por ejemplo, el KIST (Korean Institute ofScience and Technology) fue fundado en 1966 tras la iniciativa conjunta de los presidentes Park Chung-hee y Lyndon B. Johnson de Es– tados Unidos, para establecer un instituto de investigación para la tecnología industrial y la ciencia aplicada en Corea. En 1989 cambió a su nombre actual. El KIST se ha desta– cado internacionalmente por su investigación de tecnología aplicada, aunque no tanto en la formulación de políticas en el sector de ciencia y tecnología, a pesar de concebirse a sí mismo como un think tank. 165 Cabe mencionar que la meta de crecimiento económico no había sido seriamente cues– tionada sino hasta 1978-9, cuando la situación de desequilibrio era insostenible. Así que, la formación de nuevos institutos de investigación no fue para formular ideas alterna– tivas, sino ideas que apoyaran las grandes políticas nacionales. Este fue un legado par– ticularmente profundo en el KIET, el cual mantuvo la idea del desarrollo de industrias nacionales y la visión de que las ventajas comparativas como un proceso dinámico. Esto tuvo implicaciones importantes a principios de los ochenta, cuando el gobierno trató de racionalizar la industria automotriz. El Ministerio de Comercio e Industria, junto con el KIET, defendieron la postura de mantener Hyundai como una empresa coreana IV Encuentro de Estudios Coreanos en América Latina 167

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