Corea, perspectivas desde América Latina: IV encuentro de estudios coreanos en América Latina
Marchini, G. mercados de derivados de divisas (forwards y swaps) han crecido a tasas anua– les promedio superiores a 40% en el mismo período (Ahn, 2008: 311-315). En materia de flujos bancarios, Corea experimentó después de la crisis de 1997-98, disminuciones de pasivos bancarios durante varios años, mientras los bancos locales amortizaban sus deudas anteriores, seguidas de contrata– ciones de deudas muy moderadas hasta 2005. Sin embargo, los años 2006 y 2007 se caracterizaron por un nuevo endeudamiento de una magnitud a prio– ri alarmante -y que de hecho alarmó a las autoridades coreanas- pues entre 2005 y 2007, superó en términos tanto absolutos como relativos el endeuda– miento que condujo a la crisis de 1997; en dos años, la deuda externa se elevó de 23.7% a cerca de 40% del PIB, con cerca de la mitad a corto plazo (FMI, 2009: 32). Sin embargo, el carácter de estas deudas difería netamente de aque– llas contratadas antes de 1997, por lo que hasta mediados de 2008, numerosos análisis financieros subrayaban el bajo nivel de riesgo que representaban para la economía coreana;106 no implicaban descalces o diferenciales de plazos o de divisas entre activos y pasivos -que desempeñaron un papel protagónico en la crisis coreana de 1997. Por un lado, una proporción relativamente alta de estas deudas -estimada en algo más de una tercera parte- se hallaba respaldada en un plazo de tres a cuatro años por los ingresos de exportación de los constructores navieros y otros exportadores coreanos: de hecho, estas deudas eran contratadas por bancos que cubrían una posición al ejercer de contraparte de estos exporta– dores en operaciones con derivados financieros (jorwards de divisas) en las cuales las empresas buscaban proteger sus ingresos futuros de la apreciación del won. Por otro lado, una proporción también importante consistía en prés– tamos de parte de sus matrices a los bancos extranjeros que operan en Corea, por lo que se consideraba garantizada por este vínculo. En 2006 y 2007, estos fondos provenientes de los bancos matrices se dedicaron a operaciones de arbi– traje destinadas a aprovechar los diferenciales de interés entre los mercados lo– cales e internacionales, de tipo "carry trade"lo7, que involucraban en particular 106 Dwor-Frécaut, 2008, y Kim, Kim & Suh, 2009, plantean estos argumentos. 107 Las operaciones de "carry trade" comprenden un endeudamiento en divisas con tasas de interés bajas -sobretodo yen o franco suizo-, los fondos así conseguidos serán invertidos en otras divisas y en instrumentos con tasas de interés más altas -típicamente en econo– mías emergentes. IV Encuentro de Estudios Coreanos en América Latina 119
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