Corea, perspectivas desde América Latina: IV encuentro de estudios coreanos en América Latina

Marchini, G. en divisas y elevaron la vulnerabilidad de la economía coreana a choques ne– gativos provenientes de la economía internacionaL En 1996-1997, las empresas coreanas habían aprovechado el mayor acceso al financiamiento para seguir un proceso agresivo de expansión que llevó a la sobreinversión en varios sectores exportadores, y elevó todavía más su endeu– damiento relativo en comparación con los niveles muy altos que prevalecían a fines de los ochenta, por ello, presentaban la razón de deuda a capital más elevada de Asia del Este (3.5 veces). A la vez, si bien la garantía pública implícita de los proyectos empresariales no había sido denunciada formalmente, el cre– ciente endeudamiento en divisas limitaba en los hechos la capacidad de rescate de parte del gobierno coreano. En el plano macroeconómico, la vulnerabilidad financiera externa de la economía era puesta en evidencia por el alto nivel de sus deudas de corto plazo, que duplicaban el valor de las reservas internaciona– les, y a partir de 1996, por un amplío déficit en cuenta corriente (4.7% del PIB) asociado a un deterioro del valor de sus productos de exportación líderes. La banca coreana, principal intermediaria de los flujos de capitales que entraron al país, y muy expuesta a los chaebol, estuvo en el epicentro de la crisis de 1997: el deterioro de las ventas internacionales de conglomerados altamente endeu– dados y las quiebras empresariales de la primera mitad del año, antecedieron la estampida de los flujos de capitales y la crisis de balanza de pagos de octubre de 1997, cuando se registraron salidas netas de fondos bancarios por cerca de 5% del PIB. Ambos eventos materializaron los riesgos a los cuales el sistema ban– cario se hallaba expuesto así como los límites de la capacidad de rescate finan– ciero del Estado coreano en un contexto financieramente más abierto, donde el papel de prestamista de última instancia del banco central se halla limitado por la disponibilidad de reservas de divisas. La respuesta del gobierno coreano a la crisis, que se dio en el marco de un plan de ajuste financiado por el Fondo Monetario Internacional, consistió en introducir más ortodoxia económica, tratando de esta manera de aten– der las debilidades señaladas por los análisis de las instituciones financieras multilaterales, que achacaron principalmente la crisis asiática a las fallas de los mercados financieros internos y de la regulación y supervisión pruden– cial nacional de las economías de la región. Las autoridades coreanas decidie– ron profundizar la liberalización financiera externa a la vez que aceleraban la reforma del modelo económico para resolver los aspectos generadores de IV Encuentro de Estudios Coreanos en América Latina 109

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