La zona económica exclusiva: una perspectiva latinoamericana

LA ZONA ECONOMICA EXCLUSJVA. UNA PERSPECTIVA LATINOAMERICANA. permitiendo la existencia de mares menores, corno el Egeo o el Adriático. Lo ' mismo sucede con el Atlántico Norte, y con los restantes océanos. También desde el punto de vista geográfico, o sea, desde el punto de vista de accidente geográfico, no se debe olvidar que el espacio oceánico, entendido como una totalidad, puede integrarse con elementos diferentes tales como la masa de agua, la atmósfera que la cubre, el perfIl costero, la plataforma, el talud continental,los fondos abisales, etc. b) LA región biológica. Sin embargo, el análisis geográfico no es el único y, atendiendo a la natura– leza de las cosas, también podemos encontrar las regiones biológicas, o regio– nes marinas que corresponden al área de distribución geográfica de una o más poblaciones, de una o más especies biológicas. Todos los animales marinos son móviles, pasiva o activamente, al menos durante una parte de su ciclo vital pero los desplazamientos y los movimientos migratorios varían mucho de una especie a otra. En general, se puede distin– gUir, entre los que viven enterrados, los sedentarios, los pequeños y medianos migradores, los grandes migradores costeros y losgrandes migradores oceánicos. En ese caso, la región natural tiene una estrecha vinculación con el hombre, por cuanto éste realiza actividades 'Sobre esas especies, tanto de investigación, de explotación, de depredación o de conservación. En este caso,la defmición y delimitación práctica de una región biológica depende del nivel de los cono– cimientos científicos sobre los stocks y sus movimientos y sobre las interac– ciones entre stocks de la misma especie. Por otro lado, depende de las propias condiciones que esa región natural ofrezca para adoptar y aplicar medidas de, ordenación y conservación. En materia de ordenación de recursos vivos, la necesidad, de la cooperación internacional parece ineludible, por cuánto los stocks son completamente ajenos a las fronteras políticas. Así, para una acción eficaz es necesario determinar, siquiera anualmente, la población existente y el nivel de la capacidad de la captura total permisible, cuya cifra es indepen– diente de la nacionalidad de la zona que se está evaluando. Este problema ofrece en algunos mares dificultades insuperables, que parecen no ser el caso de las costas del Océano Pacífico. e) Las regiones institucionales. En la propia etimología de la palabra, que deriva de regir, hay un aspecto funcional que resulta determinante. Por eso, debemos aceptar que el acento geográfico y la realidad biológica no son suficientes para distinguir las regio– nes marinas que; Ilo .solamente dependen de la naturaleza de las cosas,' sino que deben aparecer como resultantes de alguna forma de acción política o sea de las decisiones humanas. En ese sentido una primera división deriva del ca- 160

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