El medio ambiente en la minería

37 FERNANDO LOPEZ DE REGO Hasta hace poco, eran sólo los Estados Miembros quienes habían utilizado la fiscalidad como instrumento de política ambiental. La Comunidad como tal se había limitado a decretar la generalización de los beneficios fISCales a la utilización de la gasolina sin plomo. Pero en 1990, ante la perspectiva inmediata de pasar a ser la primera potencia económica y comercial del mundo, con la realización del Mercado Interior y al acercarse la Cumbre de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, decidió dar un primer paso sustancial hacia adelante, programando estabilizar las emisiones de CCh, para luego reducirlas, y estudiar las modalidades de un impuesto sobre tales emisiones y sobre la energía. La CE -con sus 3,5 toneladas de COz por habitante al año- genera el 13% de las emisiones totales de COl, contra el 23% de Estados Unidos, 5% de Japón y 25% de Europa del Este. Dado que a corto plazo, es impensable sustituir los combustibles hoy utilizados (por ejemplo en el sector transporte), la Comisión Europea preconiza la introducción de un nuevo impuesto específico, o eco– impuesto, para incidir sobre los precios y provocar la reducción de la genera– ción de contaminantes. Según el Comisario europeo r~ponsable del medio ambiente, Cano Ripa Di Meana, la introducción de un impuesto sobre la energía yel COz implicará un costo económico débil: entre 0,05 y 0,1 % del crecimiento anual del PGB y un alza de la inflación de entre el 0,3 yel 0,5%, ello merced a la neutralidad fISCal del impuesto y a su introducción progresiva. Estos proyectos fiscales han suscitado, sin embargo, las protestas de los lobbies industriales y fuertes reticencias. de los Ministros de la Energía de los Estados Miembros, lo cual pone de relieve la necesidad de concertarse con los restante.~ países industrializados -empezando por Estados Unidos y Japón- para la introducción conjunta de eco-impuestos. C. Relaciones internacionales Más generalmente, resulta evidente la importancia creciente de la dimensión internacional de las políticas ambientales. Los ejemplos más significativos son los de la contaminación de los mares por los hidrocarburos, el vertido de residuos nucleares en los mares, el transporte de productos químicos, el impacto ambiental de los proyectos de desarrollo en el Tercer Mundo, la destrucción de la capa de ozono y el problema de las lluvias ácidas. En todos estos ámbitos, para prevenir o combatir la contaminación resulta imperativa la cooperación internacional.