El medio ambiente en la minería

EL MEDIO AMBIENTE EN LA MINEAIA 228 saneamiento del planeta y para imponer barreras no arancelarias a nuestro comercio, imponemos determinadas tecnologías o intentar fijar nuestras prio– ridades y políticas de desarrollo económico. Frente a estos peligros los países en desarrono, y Chile entre ellos, han defendido con vehemencia y terquedad en las negociaciones respectivas que se contemplen en dichos instrumentos internacionales principios vitales para nuestra autonomía tales como; •. , - Responsabilidad común pero diferenciada entre países d~arrollados y en desarrollo; . . - el desarrollo económico y la erradicación de la pobreza son la primera obligación de los países en desarrollo, a la vez que un instrumento esencial para atacar el deterioro ambiental; - las medidas ambientales no deben constituir un medio de discriminación arbitraria o una restricción encubierta del comercio internacional; - derecho soberano de aprovechar sus propios recursos naturales según sus propias políticas ambientales y de desarrollo. Por otra parte, parece claro que la preocupación por el ambiente, las nuevas políticas en práctica y los recursos financieros y tecnológicos que se pondrían al alcance de los países en desarrollo para la obtención del desarrollo susten– table, son una gran oportunidad para el esfuerzo de elevar los niveles de vida, reducir la pobreza y contribuir al crecimiento de las economías y del comercio internacional, mediante un aumento cualitativode la productividad, utilizando racionalmente los recursos naturales en beneficio de todos los sectores de la ciudadanía. En esta perspectiva, el sector minero nacional, tanto público como privado, tiene una valiosa oportunidad para aprovechar el nuevo orden ambiental que se perfila, de tal suerte que respetando su tradición y aprovechando al máximo su experiencia y capacidad humana y tecnología, así como las oportunidades de asistencia que ofrecerá la comunidad internacional, se constituya en el motor principal del proceso de desarrollo sustentable de Chile, que permita legar a nuestros hijos un país que se desarrolla en armonía con la naturaleza y que distribuye sus frutos con equidad, sin menoscabar la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades.