Chile y Canadá en un entorno de libre comercio

Esta reestructuración señala las bases de la apertura de la economía chilena y su internacionalización, y que en los años recientes ha sido profundizada por parte de los dos últimos gobiernos, a través de una estrategia explicita de inserción equilibrada en los cuatro grandes polos de la economía global: el Este Asiático, la Unión Europea, el Tratado de Libre Comercio en América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés) y Mercosur. De hecho, de 3.823 millones de dólares FOB exportados en 1985, se llegó a 16.447 millones de dólares en 1995 2 -un 15,7% de crecimiento promedio anual nominal- habiendo crecido el comercio en todos los bloques, el más significativo experimentado con el Este Asiático (que de 655 millones de dólares en 1985 pasa a 5.482 millones en 1995). Los Cuadros 1 y 2 muestran claramente que, entre 1985 y 1995, todos los bloques crecen significativamente en su comercio con Chile, pero con un cambio sustancial en la importancia relativa de cada uno. NAFTA y la Unión Europea, que en un comienzo eran los mercados más importantes para las exportaciones chilenas, hacia el final del período han disminuido considerablemente su participación relativa (NAFTA cae de un 26% a un 16%, y la Unión Europea de un 37% a un 26%). En cambio, el Este Asiático, que en 1985 explicaba el destino de sólo el 17% de la~ ~xportaciones, en 1995 lo hace con el 33%, constituyéndose, sin duda, en el principal mercado actual para los envíos chilenos. Mercosur también creció su participación relativa, pero es el socio menos importante del conjunto (de 8% en 1985 pasó a 11% en 1995). Pero si bien la composición del comercio nacional con cada polo es variable, todos tienen una presencia importante en el comercio con Chile, y la estrategia de internacionalización sigue señalada aún en forma notable por la exportación de materias primas y 'comm,adities' (ver Cuadro 3) y con un fuerte componente de transnacionalización d~ los activos de las empresas involucradas, constituyendo rasgos que marcan aún, casi estructuralmente, la inserción chilena en los mercados globales. 2Fuente: Bo/elfn del Banco Central, 1996 46

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