América Latina y Asia-Pacífico

DISCUHSO 61 Como empresarios, ustedes son partidarios de las relacio– nes estables y predecibles. Cuando Malasia comenzó a atraer la inversión extranjera directa, una de las seguridades que dimos a los inversionistas fue que no habría sorpresas en Malasia. Sabe– mos que la generación de los retornos de una inversión toma tiempo. Ustedes no invertirán si probablemente habrán cambia– do las reglas del juego en tres, cinco o diez años de camino recorrido. Malasia tiene persistencia y mantiene sus políticas. Es un país consistente. Por esta razón, hemos tenido mucho más éxito que otros países en la atracción de inversiones extranjeras de largo plazo. Los manipuladores de monedas, en cambio, crean incerti– dumbre. Los cálculos de costos que ustedes han hecho pueden ser adversamente afectados por la revaluación o la devaluación de la moneda. Lo que puede ser bueno para ellos no lo será para ustedes. No podemos retroceder a Bretton Woods y la tasa fija de cambios. El valor de la moneda de un país debería fluctuar un tanto, simplemente porque los indicadores económicos de los países nunca son constantes, y es necesario que varíen las tasas de cambio entre diferentes países debido a esas diferencias. Ya contamos con numerosos indicadores del comportamiento eco– nómico que pueden utilizarse para determinar el valor de la moneda de un país. Tenemos el ingreso per cápita, el Producto Geográfico Bruto (PGB), el Producto Nacional Bruto (PNB), las tasas de crecimiento, y en general los factores denominados "fundamentales" en una economía, todos los cuales pueden te– ner ponderaciones dentro de un cierto rango. Esto permitirá a los inversionistas y a otros determinar el potencial y el compor– tamiento económico futuro de un país. Cualquier interesado debe tener la opción de hacer su propia evaluación basándose en estos indicadores y comprar o vender la moneda correspon– diente con el fin de financiar el comercio. Si aspiramos a que el comercio mundial se expanda, no· deberíamos apoyar el abuso del libre comercio causado por el comercio de monedas en calidad de commodities. Las monedas