América Latina y Asia-Pacífico

60 MAHATHIR llIN MOHAMAD comenzó a invertir en otros países, creando empleos para ellos con el fin de enriquecerlos. De esta manera, estos países llega– ron a ser buenos mercados para las exportaciones malasias. Una parte importante de los miembros de PECC son los empresarios de la Cuenca del Pacífico. Estoy seguro que uste– des saben que no vale la pena hacer negocios con un país po– bre. Los buenos socios comerciales son los países ricos, inclu– yendo los países en desarrollo ricos. Quien se dedique a empo– brecer a estos países estaría en realidad matando la gallina de los huevos de oro. Ustedes no cooperarían para empobrecer los mercados en los que hacen negocios. A raíz de la devaluación del ringgit, Malasia ya no puede importar todos los productos que solíamos comprar a ustedes. En primer lugar, necesitamos 23% más de nuestro propio dinero para adquirir cualquier producto que estábamos comprando. Encontrar ese dinero extra no será fácil. Aún si necesitamos importar esos productos, debemos recortar por lo menos un 20%. Ustedes perderán un 20% de su mercado malasio. Además, se nos ha dicho que debemos disminuir el déficit en nuestra balanza de pagos. La única manera real de reducir el déficit es importando menos, puesto que no es tan fácil expor– tar más. Si desaceleramos nuestra economía para reducir nues– tra balanza comercial, ello también implica que no estaremos en condiciones de comprarles los productos que necesitamos. Independientemente de lo que hagamos, .sus exportaciones a Malasia se reducirán considerablemente. Ustedes perderán algo debido a nuestro empobrecimiento. En realidad, el empobrecimiento de otros países no reporta beneficios. Nadie gana algo, ni el país afectado ni el país de aquéllos que socavaron la economía del primero. Es posible que ustedes sostengan el libre comercio y, en ese contexto, consideren la manipulación de monedas y las ventas cor– tas como parte de éste. Ello no necesariamente es así. Si no pode– mos eliminar el comercio de monedas, deberíamos al menos tratar de regularlo. No sería la primera vez que se estaría poniendo fin, controlando o regulando el abuso de un privilegio o derecho.