América Latina y Asia-Pacífico

54 MAHATHIR mN MOHAMAD discurso pronunciado el 17 de junio, dijo textualmente: "Malasia es un buen ejemplo de un país cuyas autoridades están conscientes de los desafíos que impone el manejo de las presiones resultantes de un crecimiento rápi,do y de la manten– ción de un sistema financiero sano en el contexto de grandes flujos de capital y de un mercado inmobiliario en pleno auge. Desde luego, la vida de los responsables de tomar las decisio– nes siempre es más fácil cuando se parte, como en el caso de Malasia, con una larga historia de baja inflación y una economía orientada hacia el exterior. Pero se ha hecho considerable pro– greso en el enfrentamiento de los nuevos desafíos. En el curso del último año, el crecimiento del producto se ha moderado a una tasa más sostenible, y la inflación ha permanecido baja. El déficit en cuenta corriente -que es principalmente el resultado de fuertes gastos en inversión- ha disminuido considerablemente. El aumento en el superávit fiscal proyectado para este año hará una importante contribución a la consolidación de estos logros. Las autoridades malasias también han enfatizado la mantención de exigentes criterios de solidez de la banca. En años recientes, la proporción de créditos en mora en las instituciones financie– ras ha caído marcadamente; los coeficientes riesgo-capital pon– derados superan las recomendaciones de Basilea; y se han dado pasos para controlar los créditos a los mercados inmobiliarios y accionarios. Haciendo un esfuerzo para aumentar el flujo de información comprensiva, actualizada y confiable a los merca– dos, Malasia estuvo entre los primeros países que suscribieron el 'Special Data Dissemination Standard' del FMI. Por supuesto, como dijo reciememente el Gobernador del Banco Central de Malasia, Ahmad Dom, 'a pesar de estas perspectivas positivas, no hay lugar para la complacencia. En el contexto de las condi– ciones rápidamente cambiantes de los mercados, es necesario mantener una permanente vigilancia'. Esto es verdadero para todos los países, y es la clase de actitud que justifica plenamen– te la confianza de los mercados en las perspectivas de los paí– ses que perseveran en estos esfuerzos." Obviamente, el señor Camdessus tenía una gran confianza

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