América Latina y Asia-Pacífico

D1scunso 53 laban entre 8 y 9%, lo que era bueno tanto para los ahorrantes como para quienes tomaban créditos. Teníamos la mejor infraestructura en la región. Los puertos, aeropuertos, los caminos y los servicios ferroviarios y aéreos eran adecuados. Las fallas del suministro eléctrico eran míni– mas, mientras el abastecimiento de agua y los servicios sanita– rios eran comparables con los de los países desarrollados. Todas nuestras empresas eran muy rentables. A pesar de las reducciones en los impuestos a las utilidades de las empre– sas y las rentas personales, los ingresos del gobierno se incre– mentan en cerca de 10% cada año. En los últimos cuatro años, el presupuesto gubernamental registró un superávit. Habiendo prepagado muchos de los créditos con el uso de los mayores ingresos del gobierno, teníamos muy poca deuda externa. Para todos los proyectos en marcha o que estaban en nuestros planes, se elaboraron los correspondientes paquetes de financiamiento, los que incluían muy poco endeudamiento externo. La mayor parte de los financiamientos provendría de ventas en el mercado interno y de créditos de bancos naciona– les. Siempre ha existido suficiente liquidez. Todos los proyectos correspondían a los niveles de exigencias de los bancos. Desde 1994, en el contexto de estos fuertes factores funda– mentales de nuestra economía, tenemos un déficit de balanza de pagos. En 1995, el déficit ascendió a 7.000 millones de dóla– res. Tomamos medidas inmediatas yen 1996 se redujo a 5.000 millones. En el primer semestre de1997, el déficit siguió dismi– nuyendo. Si hubiéramos tenido un poco más de tiempo, podría– mos haberlo eliminado por completo. Tenemos un gobierno fuerte, capaz de tomar y de ejecutar rápidamente decisiones, incluyendo aquéllas ingratas pero ne– cesarias. El país goza de paz y estabilidad. No hay confrontacio– nes sociales. Las relaciones laborales son buenas y práctica– mente no hay huelgas. Esta fue la situación de Malasia a la que se refirió el señor Michel Camdessus, Director del Fondo Monetario Internacional (FMI), al mencionar la fortaleza de la economía malasia. En un