América Latina y Asia-Pacífico
426 DECLAIlACION DE SANTIAGO rios, gobiernos e instituciones académicas a asumir el desafío de desarrollar una asociación transpacífica más fuerte, de ma– nera que en conjunto obtengamos los beneficios de una mayor cooperación y de la integración impulsada por el mercado. Continuidad en la apertura Un requisito fundamental para el crecimiento de Asia-Pací– fico es la mantención de una orientación decidida y una acción política apropiada, orientada a mantener el proceso de apertura y cooperación que promueve el proceso de competencia. El modelo de regionalismo abierto de Asia-Pacífico, con su claro compromiso con la liberalización no discriminatoria, debe cons– tituir nuestro criterio orientador. Ello no sólo permite la integra– ción regional, sino que constituye también un importante apo– yo para el sistema multilateral de comercio en el que se insertan nuestras vinculaciones internacionales. En todas las economías de Asia-Pacífico, mayores niveles de apertura involucran tanto la disciplina como los desafíos de la competencia internacional. Muchas empresas esteln prospe– rando sobre la base de estas mayores oportunidades; otras re– quieren tiempo para ajustarse. Los consumidores de Asia-Pacífi– co, beneficiarios por excelencia del comercio competitivo, ya están recibiendo los beneficios de este proceso, y seguirán reci– biéndolos en el futuro. Los gobiernos, a través de sus acciones individuales y colectivas, influyen en el marco en que se desa– rrollan las actividades empresariales. Ellos determinarán en gran medida cómo las empresas y los consumidores podrán respon– der a las oportunidades que ofrecen los mayores niveles de competencia.
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