América Latina y Asia-Pacífico

314 W1LUAM M. HAYES trata de un proyecto respaldado por un conjunto importante de compañías mineras, la Universidad de Atacama y los gobiernos de Chile y Canadá. Capacitará a 200 mecánicos de motores diesel, electricistas y varios otros técnicos. Los beneficios de estas dos instituciones perdurarán más en el tiempo que las minas que indujeron su creación y permitirán que una población con me– jor nivel educacional se prepare para lo que venga después de la mina. Un segundo ejemplo sería el proyecto de explotación de oro de Las Cristinas en Venezuela, que incluye limpiar un área ya contaminada con mercurio a causa de una actividad minera no regulada y la reubicación de los pequeños mineros en un sector de la concesión donde puedan continuar obteniendo su sustento económico con las tecnología y las técnicas mineras más modernas puestas a su disposición. La industria minera ya acepta el desarrollo sostenible. He– mos obtenido el acceso a gran parte del mundo que anterior– mente nos estaba vedado. Podemos escoger entre varias opcio– nes para establecer cierto grado de seguridad para nuestras in– versiones. Lo que hay que determinar es si podemos mantener a largo plazo nuestra bienvenida en todo el mundo. En definiti– va, se nos juzgará de acuerdo a la calidad de nuestro desempe– ño, no sólo desde el punto de vista técnico y económico sino también del ambiental, el social y el ético. La industria minera se halla en un punto fundamental de desafío y oportunidad, y tenemos la capacidad de influir en la forma en que el mundo nos juzgue y de mantener a largo plazo la acogida que se nos brinde. Todos los interesados --el inversionista y el que lleva a cabo la explotación, el regulador y el público en general- deben pro– ceder como partes con intereses comunes, de una forma profe– sional y positiva y no como adversarios emocionales. Como se– ñalé al comienzo, el objetivo es una mejor calidad de vida com– partida por todos. No se hará realidad sin salvaguardas pru- ~~. .