América Latina y Asia-Pacífico

222 ALIlEIlT CUSSEN Desde 1986, cuando fueron autorizados para invertir en ac– ciones, los fondos de pensiones empezaron a jugar un papel importante en cuanto a proporcionar nuevas fuentes de capital para las empresas y también en lo relativo a la privatización de empresas estatales, en sectores tales como las telecomunicacio– nes, generación y distribución de electricidad, y producción de nitratos. Asimismo, desde 1987, las AFP han motivado a las em– presas a financiarse a través de la emisión de bonos, a menores tasas y mayores plazos que los ofrecidos por los bancos. En la actualidad, el 38% de los fondos de pensiones está invertido en empresas privadas, a través de acciones, bonos y fondos de inversión. Esto ha hecho posible el financiamiento de nuevos proyectos o expansiones que han beneficiado a los trabajadores, no sólo por la generación de buenos rendimientos de sus ahorros para jubilación, sino también mediante la crea– ción de nuevas fuentes de trabajo y la posibilidad de mejores remuneraciones. Además, desde 1990, dichos fondos han apo– yado la expansión internacional de empresas chilenas, espe– cialmente a Argentina, Brasil y Perú. En el futuro próximo, se espera que las AFP proporcionen financiamiento a las empresas privadas para el desarrollo de proyectos de infraestructura tales como carreteras, puertos y aeropuertos. Por otra parte, principalmente como resultado del mercado de rentas vitalicias generado por los fondos de pensiones, las compañías de seguros de vida también han llegado a ser inversionistas institucionales importantes, con inversiones por un total de 6.258 millones de dólares a diciembre de 1995, equi– valente al 25% de las inversiones administradas por las AFP. Durante los primeros catorce años, los fondos de pensión privados han tenido una rentabilidad del 12,4% real anual.

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