América Latina y Asia-Pacífico

168 HAJ)] SOESASTRO Si bien la acción simultánea no es necesaria para la libera– lización de las barreras fronterizas tradicionales al comercio O la inversión, algunos gobiernos pueden verse tentados a disminuir el ritmo de avance de las reformas si otros hacen lo mismo. En el área de la facilitación, fomentar que unos vayan a la cabeza de otros puede ser un ejemplo positivo, pero también podría causar divisiones y confusión si los acuerdos cooperativos entre algunas economías de APEC rechazan o dañan los intereses de los demás. En resumen, no puede considerarse que este proce– so esté garantizado. APEC necesita idear mecanismos que permitan que este impulso siga adelante. La constante revisión y el proceso de control de la implementación del Plan de Acción de Osáka (MAPA y lo que vino después) por parte de miembros individuales de APEC es de vital importancia. Dada la naturaleza de su organi- . zación y su extensa red, PECC está en una posición ideal para contribuir a este proceso, al ofrecer evaluaciones independien– tes del progreso en forma constante. APEC también debiera comenzar a formular principios y modalidades para implementar acuerdos cooperativos tendien– tes a facilitar el comercio y la inversión, basados en el regiona– lismo abierto. Es posible que a medida que APEC profundice su agenda de cooperación, tal vez tendrá que dar cabida a distin– tos ritmos en sus esfuerzos para la facilitación. En la mayoría de las opciones para facilitar el comercio o la inversión, mientras haya más economías involucradas, mayores serán los beneficios para todas ellas. Por ello tiene sentido fomentar la participación de toda la región desde el principio. No obstante, sería contra– producente insistir en que todos los participantes de APEC se involucren en cada una de las iniciativas específicas para la cooperación. Por ende, es imperativo que APEC brinde los me– canismos que aseguren que los acuerdos cooperativos que involucran a algunas de las economías de APEC (no todas) to– men cuidadosamente en cuenta los intereses de otros y pro– muevan la evolución armónica de los acuerdos regionales. Drysdale, Elek y Soesastro han elaborado un conciso con-