América Latina y Asia-Pacífico

124 MAHK BOHTHWICK dependerán de la expansión de sus mercados internacionales para continuar con su crecimiento. En otros aspectos, el papel regional de los Estados Unidos no tiene paralelo. Europa occidental forjó su pacto regional con un fuerte respaldo e incentivo de los Estados Unidos. El Este asiático, aunque con vacilación, está haciendo lo propio, pero en este punto los rumbos del Atlántico y del Pacífico son diver– gentes. En el Pacífico, la integración regional ha' estado guiada por el sector privado, cuyas actividades de inversión y de em– presas conjunuas han creado una multiplicidad de vínculos in– ternacionales. En Europa, la función del sector privado fue más bien la de acatar más que de estar a la cabeza de las iniciativas de los gobiernos. Otro contraste con Europa resulta evidente en la percepción asiática del papel estadounidense. Tanto Europa como el Este asiático han considerado a los Estados Unidos un pilar de la seguridad regional, pero en Asia existe una mayor tendencia a tratar con los Estados Unidos en su calidad de miem– bro de una región económica del Pacífico. La orientación norte– americana también está cambiando, con lentitud y con limitada planificación, hacia la Cuenca del Pacífico. En términos de par– ticipación formal en las agrupaciones regionales de políticas económicas y comerciales, las oportunidades de los Estados Uni– dos y Canadá se inclinan hacia América Latina y el otro lado del Pacífico, pero no hacia el otro lado del Atlántico, aspecto que puede llegar él ser decisivo en la conformación de las agendas económicas mundiales de ambos países para el próximo siglo. Por su parte, la Unión Europea ha buscado mejorar sus lazos con el Este asiático. Como en el caso de la mayor parte de los países occidentales, la relación se obstaculiza por las dife– rencias con las economías asiáticas con respecto a las políticas relativas al comercio y las inversiones, el medio ambiente, el trabajo y los derechos humanos. No obstante, una iniciativa destin,lda a mejorar y consolidar los lazos entre la Unión Euro– pea y Asia, centrada en la realización de cumbres de los jefes de gobiernos, comenzó con el primero de dichos encuentros en Bangkok, en ]996. Aunque la participación de Europa en las