América Latina y Asia-Pacífico

APOHTE DE LA REGIO\' DE ASIA-PACIFICO A LA PROSPERIDAD 'v1U\'Dl.-\L 119 de ello, la era de fuerte crecimiento económico continuó hasta que la gente empezó a creer que podría durar en forma indefi– nida. Desde alrededor de 1950, el PIE real entre los países desa– rrollados aumentó a un promedio de cerca de 5% al año. Este crecimiento era dos y media veces más rápido que el crecimien– to de las cuatro décadas precedentes y dos veces más rápido de lo que fue posteriormente en los años setenta, A pesar de esta impresionante expansión, varios factores que ocurrieron antes de 1973 fueron socavando la "época de oro" del crecimiento de la postguerra. Los salarios comenzaron a mostrar un crecimiento acelerado en Europa, en especial a fines del año 1968, turbulento en términos políticos. El aumen– to de la productividad de los trabajadores, esencial para un cre– cimiento sostenido sin inflación, comenzó a bajar. Por último, el sistema llamado de Bretton Woods, de tasas de cambio interna– cionales fijas, se desmoronó a inicios de la década del setenta cuando los Estados Unidos abandonaron el patrón oro, El final sobrevino de manera abrupta cuando la crisis inter– nacional del petróleo irrumpió en 1973 acompañada del primer remezón en el precio del petróleo. Los efectos perdurables de la crisis no fueron tanto el resultado de la reducción inicial de los suministros de petróleo, sino más bien del incremento para– lizante de los precios, La inflación subió desmesuradamente en todas las economías de los países desarrollados y en desarrollo por igual, y todos ellos se esforzaron por encontrar el modo de ajustarse a sus pérdidas de ingresos reales y al deterioro de los términos de intercambio. La mayoría cayó en serias recesiones. El impacto fue especialmente fuerte en las economías asiáticas con dependencia energética, incluido]apón. Más tarde, en 1979, los aumentos de los salarios y de los precios asumieron nueva– mente proporciones negativas con un segundo remezón del petróleo, a raíz del cual gran parte del mundo sufrió otra grave recesión en 1980 y 1981 yen algunas áreas por un período más prolongado. No obstante, a comienzos de la década de 1980, las econo– mías capitalistas de Asia realizaban decididas acciones, en to-