Brasil y Chile: una mirada hacia América Latina y sus perspectivas

DEBATE DEL ÁMBITO ECONÓMICO EL DEBATE, QUE FUE MODERADO POR LA SEÑORA Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva Adjunta de la CEPAL, se inició con la intervención de una participante que manifestó dudas de que en Chile se hubiese aplicado una política neoliberal. Para dilucidarlo debía separarse el debate ideológico de la acción concreta de los gobiernos. Por ejem– plo, en los últimos años en Brasil habia existido una marcada oposición entre neoliberalismo y desarrollismo, en circunstancias de que hubo reformas liberales que no fueron realizadas por neoliberales y que actualmente seguía aplicándolas un go– bierno proclive al desarrollismo. Para comprender lo que había sucedido en el país habría que flexibilizar esa oposición, que no explicaba las diferencias. Pese a sus aspectos positivos, el desarrollismo había dejado un importante legado de inequidad. Complementando 10 anterior, se dijo que el desarrollo exigía una alianza de tal amplitud que permita combinar aumento de la productividad con mayor equidad, como para poder considerarla de alcance nacional y en que el Estado incluya a los grandes inversionistas. De lo contrario, se corría el riesgo de que estos retiraran sus capitales si las cosas no marchan bien. En la construcción de la alianza era necesa– rio tener presente que la fuga de capitales puede deteriorar el desarrollo. En opinión de un participante, cuando la historia del desarrollismo se construía como una historia del pensamiento, se desarrollaban ideas, pero ellas no necesaria– mente se reflejaban en la historia económica. En rigor, el orden de la historia del pensamiento era distinto del orden de las políticas económicas, ya que el diseño de estas contemplaba la existencia de intereses contrapuestos. En el caso de la transi– ción en Chile, la política económica debió tener en cuenta la existencia de poderes fácticos y de un empresariado hostil. Al desarrollismo le faltaba incorporar la idea de que para asegurar que no se repitan situaciones indeseables es preciso buscar consensos. Mientras que para algunos participantes el gobierno autoritario tenía algunos elementos rescatables, otros hicieron hincapié en que la institucionalidad que había dejado no resistía el desarrollo histórico, la democratización, ni la globalización. Se dijo que para establecer cuál había sido en realidad el legado de la dictadura era preciso relacionar las reformas laborales con la mala distribución del ingreso, pues– to que esta empeoró cuando se congelaron los salarios, por mucho que se hubiera facilitado la estabilidad macroeconómica. Al recuperarse la democracia las refor– mas laborales continuaron, generalmente apuntando a la flexibilización, esto es, reduciendo la protección que proporcionaban los contratos laborales, por lo cual las personas siguieron encontrándose en situación desmedrada. El fenómeno inclu– so había afectado a los profesionales. A continuación, un participante se preguntó la razón por la cual mientras que durante la dictadura en Chile habían predominado el pensamiento neoliberal y las 99

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=