Brasil y Chile: una mirada hacia América Latina y sus perspectivas
OSVALDO SUNKEL 7. DEL NEOLIBERALISMO AL NEOESTRUCTURALISMO EN ESTE CONTEXTO QUE SE RECUPERA LA DEMOCRACIA en 1990 y tiene lugar el proceso de transición negociada en lo político y de continuidad y cambios en la política económica. Se asumió en gran parte el sistema económico instaurado por la dictadura, para luego ir reformándolo y ajustándolo gradualmente, en especial enfocándolo al plano social y a la inserción productiva internacional del país. A continuación se señalan algunos de los principales cambios experimentados por la política económica y social desde 1990: • Importante reforma tributaria orientada a incrementar los ingresos del Estado. • Reasignación del gasto público para aumentar sustancialmente el gasto social. • Reforma laboral. • Aumento del salario real mínimo • Establecimiento de criterios para el reajuste periódico del salario mínimo. • Aplicación de varias medidas financieras, entre ellas el encaje, para reducir y controlar la entrada de capitales volátiles de corto plazo. • Implantación del sistema de concesiones de obras públicas (inversiones en au– topistas, aeropuertos, represas, tratamiento de aguas servidas, etc.). • Programas sociales especiales para la reducción de la pobreza (Chile Barrio, Chile Solidario, etc.). • Cobertura total y reforma de la educación. • Reforma de la salud pública (Plan AUGE). • Reforma de la justicia procesal penal. • Reforma de la administración pública. • Tratados de libre comercio (Estados Unidos, Comunidad Europea, Asia). • Reinserción en América Latina (Mercosur y tratados bilaterales). • Creación de diversos organismos regulatorios (Superintendencias). • Creación de una institucionalidad y política ambientales. En mi opinión, estos cambios y muchos otros pudieron realizarse en buena me– dida porque fue posible lograr una transición negociada entre el régimen militar y la Coalición de Partidos por la Democracia. No es fácil explicar a quienes no vivie– ron el período de transición las razones por las cuales en 1990 se optó por una transición negociada y pacífica entre el gobierno militar y el nuevo régimen demo– crático. Y como parte de ello, por qué se asumió en gran medida el sistema econó– mico instaurado por la dictadura, para luego, como acabamos de ver, ir reformán– dolo y ajustándolo gradualmente. Para comprenderlo, permítaseme una digresión sociopolítica muy personal. Las décadas de 1960 a 1990 fueron sin duda de las más traumáticas de la histo– ria de Chile. La convivencia ciudadana se fue resquebrajando por las transforma– ciones de todo orden que el país comenzó a experimentar, con especial intensidad desde mediados de la década de 1960. El tejido social se fue agrietando con antago– nismos que entorpecían cada vez más las relaciones normales entre grupos sociales, corrientes de pensamiento y sectores políticos. La propia vida cotidiana se resintió al deteriorarse las relaciones entre colegas, compañeros, amigos y hasta familiares. 9°
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