Brasil y Chile: una mirada hacia América Latina y sus perspectivas
UN ENSAYO SOBRE LOS GRANDES GIROS DE LA POLíTICA ECONÓMICA CHILENA devaluando sustancialmente la moneda para estimular las exportaciones y la susti– tución de importaciones, aumentando el gasto y las inversiones públicas para esti– mular la demanda y el empleo, creando condiciones extremadamente favorables, léase subsidios, para estimular la inversión extranjera, particularmente en la mine– ría, y en los sectores de empresas y servicios públicos privatizados, estableciendo las condiciones para crear empresas privadas administradoras de los fondos previsionales acumulados históricamente por el antiguo sistema de previsión social y orientados a los sectores de rentas altas y medias, fondos que contribuyen sustancialmente a la creación de un sistema de financiamiento de largo plazo, con– trolado y orientado por el Estado. Es necesario e importante recordar también que en sus comienzos, antes de la irrupción del equipo económico de los llamados Chicago Boys, el gobierno militar emprendió dos acciones de política industrial de enorme trascendencia, que sobre– vivieron al embate neoliberal del equipo económico. Se trata de la política de sub– sidios al desarrollo del sector forestal y de la creación de la Fundación Chile, insti– tución pública apoyada y administrada conjuntamente por el Estado y el sector privado, destinada a fomentar el desarrollo de nuevos sectores productivos exportadores que incorporaran innovación tecnológica avanzada. Ambas políticas han sido extraordinariamente exitosas en estimular el crecimiento y la diversifica– ción de las exportaciones. Por otra parte, el gobierno recibió algunos legados excepcionalmente positivos de los gobiernos anteriores. Por una parte, recibió los beneficios de la nacionaliza– ción de la Gran Minería. La principal empresa pública nacional - CODELCO-, al ser omitida del programa de privatizaciones de empresas estatales por presión de algunos militares nacionalistas, se constituyó en otra excepción notoria al proyecto neoliberal de eliminar la función productiva de las actividades del Estado, conser– vando además su considerable aporte a las finanzas públicas y al manejo de la política cambiaria. De similar relevancia son los beneficios de largo plazo que en definitiva dejaron los procesos de modernización agropecuaria y de reforma agraria de las décadas anteriores, por cuanto crearon las condiciones para el desarrollo de las nuevas activi– dades productivas agroexportadoras y para el surgimiento de nuevos propietarios rurales, que con el tiempo formaron una clase empresarial moderna y dinámica. La autonomía de que gozó el equipo económico en los primeros años del régi– men militar se vio reforzada por el debilitamiento de la clase empresarial manufac– turera proveniente del período de sustitución de importaciones, que sufrió un masi– vo proceso de expropiaciones durante el gobierno de Salvador Allende, y que tam– bién fue reemplazada por una clase empresarial nueva o renovada que comenzó a operar en condiciones extremadamente favorables: fuertes incentivos a la inver– sión, costos bajísimos de la mano de obra, estabilidad de las reglas del juego, etc., así como por la represión y aplastamiento de las organizaciones obreras y sindica– les urbanas. Todo lo anterior permitió crear y rearticular un sector empresarial privado dinámico y moderno y generar un proceso acelerado de capitalización y crecimiento a partir de fines de la década de 1980.
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