Brasil y Chile: una mirada hacia América Latina y sus perspectivas

UN ENSAYO SOBRE LOS GRANDES GIROS DE LA POLíTICA ECONÓMICA CHILENA blico multilateral de relaciones económicas internacionales que emergió después de la Segunda Guerra Mundial se ha visto erosionado por la expansión de las empre– sas multinacionales y la emergencia de la corporación global y por la desregulación financiera internacional. De este modo, han surgido un sector empresarial transnacional privado estrechamente integrado y muy poderoso, especialmente en la esfera financiera y de inversiones, así como mecanismos informales y sumamente elitistas de coordinación económica internacional. El socialismo, tal como existió en los países del bloque soviético, se derrumbó, y con él la confrontación Este-Oeste que caracterizó el sistema mundial bipolar de la Guerra Fría; la desaparición del Segundo Mundo ha eliminado prácticamente la confrontación Norte-Sur, dejando a los países que componían el anterior Tercer Mundo en proceso de reabsorción, al igual que los restos del socialismo, por un nuevo sistema capitalista globalizado o simplemente abandonados en el limbo y desintegrándose económica, social e incluso políticamente. La profunda revolución científica y tecnológica ha cambiado el énfasis anterior desde las disciplinas físicas a las biológicas y a través del desarrollo de la microelectrónica y la revolución de la información, la robótica, la biotecnología y los nuevos materiales, ha producido cambios fundamentales en todo el sistema económico y social, incluyendo la naturaleza de las relaciones al interior de las empresas y entre ellas y los procesos laborales así como las ventajas comparativas y de localización internacional de carácter tradicional. La degradación del medio ambiente, el agotamiento de los recursos naturales y las amenazas a los ecosistemas locales, regionales y globales han introducido toda una nueva dimensión en los asuntos humanos, así como la necesidad de un cambio hacia un desarrollo susten– table según lo proclamado en la Cumbre de la Tierra de Rio de Janeiro. Finalmente, y de fundamental importancia para nuestro argumento, el rol pre– dominante del Estado que emergió después de la Segunda Guerra Mundial, bajo diversas formas socioeconómicas y políticas, ha dado lugar a una sociedad civil renovada y fortalecida en las esferas social, política y cultural. Se podría argumen– tar que los acontecimientos de mayo de 1968 en París y la Primavera de Praga que le siguió fueron señales premonitorias, tanto en el mundo capitalista como en el socialista, del fortalecimiento de los movimientos sociales que representan los dere– chos de las minorías y las mujeres, el poder verde, la juventud, la descentralización y la participación democrática, la defensa de los derechos humanos, etc., todo lo cual ha llevado a la correspondiente proliferación de las organizaciones de base y de las organizaciones no gubernamentales y a una relativa retirada del Estado. Este ha sido también el caso en el campo económico, incluyendo como lo más destacado el creciente predominio del mercado y el fortalecimiento de la empresa privada, conjuntamente con una participación declinante del gasto público en el PIB, un proceso masivo de privatización de empresas y servicios públicos y una mayor inversión privada en relación con la inversión pública. Este proceso ha sido reforzado por su vinculación con la gran expansión de las empresas transnacionales que, como se ha señalado, ha dado lugar a un proceso de globalización sin prece– dentes y a nuevas formas de relacionamiento entre ellas, el Estado y el capital na– cional. Todo ello significa una profunda reorganización de las relaciones entre los sectores público y privado, a nivel nacional e internacional.

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