Brasil y Chile: una mirada hacia América Latina y sus perspectivas

UN ENSAYO SOBRE LOS GRANDES GIROS DE LA POLÍTICA ECONÓMICA CHILENA instituciones similares de financiamiento de sus exportaciones en otros países desa– rrollados. Ante la desaparición del sistema financiero privado internacional, des– pués de finalizada la segunda Guerra Mundial se creó además un sistema financiero internacional de carácter público. Se trata de las instituciones establecidas por los acuerdos de Bretton Woods, en especial el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y posteriormente el GATT. A estas instituciones se fueron agregando posteriormente los bancos regionales de desarrollo, como el BID, las instituciones bilaterales y multilaterales de ayuda financiera, y los organismos estatales de crédi– tos para la exportación. Hacia mediados de la década de 1960 se había creado así un sistema financiero internacional de carácter público. Lo que me interesa destacar es que este mecanismo de financiamiento implicaba criterios sociales de asignación de recursos, puesto que de acuerdo con el sistema los recursos financieros públicos internacionales pasaban por la mediación del Es– tado, tanto en el país donante como en el país receptor. Se establecían criterios públicos de asignación de recursos y se promovía la planificación, para que apoya– ra opciones sociopolíticas tales como promover la industrialización, dotar de capi– tal social básico, instaurar reformas estructurales y modernizar la agricultura, aho– rrar divisas y dar empleo (recuérdese, por ejemplo, la Alianza para el Progreso). Respondían a criterios que los parlamentos de los países desarrollados imponían a sus propios Estados y sus organismos de ayuda y financiamiento, y a los que nego– ciaba y adoptaba el Estado del país subdesarrollado, en la medida en que también reflejaban intereses nacionales a largo plazo. 4. INSTAURACIÓN, AUGE, DECADENCIA Y CRISIS DEL MODELO ESTADOCÉNTRICO VOLVIENDO AL CASO CHILENO Y A LOS PRINCIPALES cambios de la política econó– mica que significaron pasar del modelo mercadocéntrico decimonónico al modelo Estadocéntrico que se inició con la crisis de la década de 1930, estos se refieren al control del comercio exterior y los cambios internacionales que asumió el Banco Central y a las medidas de política monetaria y fiscal destinadas a enfrentar, entre otros problemas, la crisis externa, la caída de los ingresos públicos y el desempleo. Así, de agente relativamente pasivo, el Estado pasó a ser un agente muy activo en materia de política económica de corto plazo, es decir en la macroeconomía. Sin embargo, desde el punto de vista del desarrollo económico de largo plazo, la innovación más trascendental en la política económica fue, sin duda, la adopción de la idea de la planificación del desarrollo, entendida como una actividad pública deliberada para lograr cambios profundos en las estructuras económicas y sociales tradicionales de Chile, especialmente la industrialización y la modernización de las estructuras productivas, tomando en cuenta las interrelaciones existentes entre los diversos sectores y regiones, las finalidades sociales y los limitados recursos dispo– nibles. La planificación se plasmó en una institución clave en la historia económica del último siglo en Chile: la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), establecida en abril de 1939. Al Consejo de esta nueva institución le fue encargado por ley «formular un plan general de fomento a la producción, con el objeto de

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