Brasil y Chile: una mirada hacia América Latina y sus perspectivas

UN ENSAYO SOBRE LOS GRANDES GIROS DE LA POLíTICA ECONÓMICA CHILENA asignación de recursos por medio del mercado, tanto a nivel nacional como inter– nacional (teoría estática de las ventajas comparativas). Esa fase del desarrollo capitalista terminó con la crisis de 1930 que, junto con la Segunda Guerra Mundial dio lugar a una serie de profundos reajustes. Se desintegraron los mercados internacionales, desaparecieron tanto el mercado fi– nanciero internacional como las inversiones privadas directas, y solo se conserva– ron algunos flujos de comercio. La crisis generalizada del comercio, las finanzas y las inversiones internacionales se expresó en cada país en graves desequilibrios en sus transacciones internacionales, en una fuerte depresión de la actividad económi– ca y en profundas crisis sociales y políticas. Todos los países cerraron sus econo– mías mediante medidas proteccionistas en lo comercial y en lo financiero y estimu– laron la recuperación y crecimiento de la economía y el empleo mediante el gasto público y la acción deliberada del Estado. Con ello se inició una prolongada etapa estadocéntrica. Aquí me interesa subrayar algo que la literatura no ha destacado Jo suficiente. Este proteccionismo y activismo estatal ocurre simultáneamente en los países del centro y en los de la periferia. La sustitución de importaciones no es un invento perverso de los países periféricos y de Prebisch y la CEPAL, como algunos economis– tas de escasa cultura histórica parecieran creer; es fundamentalmente el recurso a que acuden los países centrales para enfrentar sus propias crisis financieras y del comercio exterior, la recesión y el desempleo. Es el inicio de una etapa EstadocéntrÍca de alcance mundial que eventualmente dio origen al Estado de Bienestar europeo, a las políticas de pleno empleo y desarrollo regional en Estados Unidos, al nazismo y el fascismo en Alemania, Italia y otros países, y posteriormente a las economías sociales de mercado en esos mismos países. Todo esto coincidió con la expansión del socialismo, que se había instaurado en la Unión Soviética en 1917 y se amplió posteriormente a los países de la órbita soviética, así como con el desarrollismo estatista que se instaló prácticamente en todo el resto del mundo subdesarrolJado después de la Segunda Guerra Mundial. Todos acuden al Estado para impulsar mediante el proteccionismo, el gasto so– cial y la inversión públicos, la protección social, la expansión del empleo así como el crecimiento y el desarrollo. En especial, buscan proteger y fomentar lo que antes importaban: los países centrales -los Estados Unidos y los países europeos- prote– gen básicamente la agricultura y ahí se origina una enorme institucionalidad estatal de apoyo y fomento agropecuario, que más de medio siglo después constituye toda– vía un serio obstáculo al comercio internacional y al desarrollo de los países periféricos. No hay que olvidar que Europa siguió aplicando sus políticas protec– cionistas y de control de cambios hasta bien entrada la década de 1960, y ni la Comunidad Europea ni Estados Unidos han abandonado aún la protección de la agricultura. En tanto, la Gran Depresión de 1930 llevó a los cambios señalados en los países industriales. En el caso de los países latinoamericanos que han alcanzado algún grado de industrialización en el período previo, como Brasil y Chile, dio lugar a la protección de la industria manufacturera y marcó el comienzo de la fase de indus– trialización sustitutiva. Se produjo así una separación entre el sistema de precios interno y el internacional, que se reflejó en un cambio de los precios relativos en 67

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