Brasil y Chile: una mirada hacia América Latina y sus perspectivas

OSVALDO SUNKEL de predominio de una política económica determinada, como ya se indicó quedan importantes legados del período precedente, especialmente de tipo institucional y capital acumulado, que ejercerán significativa influencia sobre el desarrollo pos– terior. 3. EL CONTEXTO INTERNACIONAL DE MEDIADOS DEL SIGLO XX EN ESTA SECCIÓN DESEO DESARROLLAR UN POCO más la idea de que existe una fuerte relación entre el grado de integración o desintegración de la economía inter– nacional, y en particular de los mercados financieros internacionales, y el grado de proteccionismo o apertura de las economías nacionales, sus orientaciones en mate– ria de asignación de recursos, sus opciones entre consumo e inversión, la configura– ción de sus estructuras de poder, el grado de intervención del Estado y la orienta– ción de la política económica, todo lo cual se traduce en reformulaciones teóricas y de política económica. Durante el período que se ha llamado de desarrollo «hacia fuera» y que se ex– tiende desde mediados del siglo XIX hasta 1930, había una estrecha integración económica, comercial y financiera internacional que se traducía en el predominio de la libra esterlina, moneda fuertemente respaldada tanto económica como mili– tarmente, y se expresaba en amplios y crecientes flujos internacionales de comer– cio, créditos, inversiones e incluso migratorios. A esa configuración global del Im– perio británico y sus zonas de influencia, como América Latina y ciertamente Chile, correspondían en general economías nacionales con Estados pequeños y débiles, economías muy abiertas y de escasa protección, tanto en las economías centrales como en la periferia latinoamericana. Es la etapa del mercadocentrismo liberal decimonónico bajo el predominio del Imperio británico. Como consecuencia de lo anterior se produjo un proceso de asignación de recur– sos en función de las ventajas comparativas. Como las ventajas comparativas ad– quiridas por los países centrales a lo largo del proceso de la revolución industrial se encontraban principalmente en las manufacturas, sus exportaciones se especializa– ron en productos fabriles, y como los países de la periferia no habían adquirido esas ventajas, se especializaron en la exportación de productos derivados directamente de sus abundantes recursos naturales. A esta situación estructural correspondía cierta organización del poder político: los sectores exportadores (manufactureros en el centro, productores de materias primas en la periferia), los sectores importadores (de materias primas en el centro, de manufacturas en la periferia), los grandes comerciantes y sobre todos los secto– res financieros constituyen una coalición dominante de carácter internacional o transnacional. Sus intereses de maximización del comercio y las finanzas interna– cionales se traducen en una intervención del Estado relativamente escasa en la eco– nomía, excepto en las esferas en que el Estado aporta servicios políticos y de infra– estructura de transportes y comunicaciones necesarios para el modelo de creci– miento hacia afuera y para imponer reglas del juego apropiadas. Predominan las políticas de laissez-faire, de libre cambio y la racionalización de esta configuración histórica en términos teóricos e ideológicos, es decir, la teoría liberal clásica de la 66

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=