Brasil y Chile: una mirada hacia América Latina y sus perspectivas

EL PENSAMIENTO DESARROLLISTA EN BRASIL el establecimiento gradual de un círculo virtuoso que operaría de la siguiente for– ma: i) Las inversiones se traducirían en un aumento de la productividad y de la competitividad gracias al incremento de los equipos por trabajador, del conoci– miento, aprendizaje e innovación, y de las economías de escala (producción en masa); ii) El aumento de la productividad se transmitiría equilibradamente a las utilidades y a los ingresos de las familias trabajadoras a través del aumento de los salarios, la baja de los precios de bienes y servicios, y el aumento del gasto social; iii) Las utilidades se transformarían en un sostenido aumento del consumo popular y IV) Esta expansión provocaría un incremento de las inversiones. Por lo que toca a la viabilidad del proyecto, la propuesta reconoce que se requie– re una activa política pública, especialmente en los ámbitos sociales, para fortalecer la transferencia del aumento de la productividad y el ingreso de las familias traba– jadoras, y productivo, para fomentar la producción y la exportación de los bienes de servicios producidos 5 !, 4.4. Síntesis de la situación actual del debate En la obra publicada en 2002, Bielschowsky y Mussi analizaron el pensamiento sobre el crecimiento en Brasil. De entonces a 2005, el debate no ha variado gran cosa. Entre las novedades surgidas cabe mencionar un sustancial saldo de la balan– za de pagos en cuenta corriente, sin disminución del tipo de interés ni de la tasa de riesgo, y algunos trabajos gubernamentales sobre el desarroll0 52 • Ellas reemplaza– ron el tema de las restricciones al crecimiento en la problemática de la transforma– ción a largo plazo. El cuadro 1 presenta, en forma esquemática, un resumen del estado actual del debate sobre los temas analizados en la presente sección, es decir, las restricciones macroeconómicas y las estrategias de desarrollo. El cuadro se basa en la tendencia, 51 (Ver Gobierno Federal, 2003, y Bielschowsky, 2004). El primer ámbito exige una conduc– ción de la macroeconomía que abra al «crecimiento» el espacio adecuado, para absorber productivamente la fuerza de trabajo, políticas tecnológicas y de competencia para reducir precios de bienes de consumo popular y políticas normalmente tratadas como «sociales». Estas últimas, además de promover justicia social y elevar la eficiencia del trabajador, cum– plirían una importante función en el modelo de consumo de masas al dar sustento a mecanis– mos que contribuyen a su puesta en marcha, generando ingreso y aliviando la presión sobre el mercado de trabajo (contribuyendo con el aumento salarial); tales como reforma agraria y apoyo a la agricultura familiar, programas clásicos de creación de empleo, ingreso y bienes– tar (como habitación, saneamiento, transporte colectivo, salud, educación), sueldo mínimo, seguro de desempleo y acceso a la previsión rural y programas asistenciales como Beca– Familia (con exigencia de asistencia a la escuela) y universalización de la atención al adulto mayor. El segundo ámbito es el de políticas de inversión: fomento a la ampliación y moderni– zación de la capacidad productiva y a las exportaciones, al conocimiento y la innovación, con coordinación de inversiones en infraestructura y algunos bienes y servícios que pueden ser comercializados, para fortalecer el crecimiento y disminuir la vulnerabilidad externa. La agenda requiere nuevas ingenierías financieras y se beneficiaría con una institucionalidad más favorable a las inversiones públicas y privadas. 52 Los textos más importantes son, en el área desarroUista, el PPA 2004-2007 (Brasil, 2003), un texto sobre política industrial, tecnológica y de comercio exterior (Brasil, 2003) y, en un área más cercana a la corriente neoliberal, un texto sobre las reformas (Brasil, 2004b). 57

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