Brasil y Chile: una mirada hacia América Latina y sus perspectivas

EL PENSAMIENTO DESARROLLISTA EN BRASIL Al mismo tiempo, a inicios de los años 70 se abrió un amplio debate sobre la distribución del ingreso en el país, que contribuyó a estimular la discusión sobre lo que se estaba llamando «modelo perverso» brasileño, en la línea de la contribución de María de Concei<;ao Tavares y José Serra. El detonador del debate fue la difusión, por un equipo de investigadores del IPEA dirigido por Albert Fishlow, de los resultados de los Censos de 1960 y 1970 con datos sobre la distribución personal del ingreso, que mostraba que durante la déca– da de 1960 se produjo una fuerte concentración. El debate se desarrolló principal– mente en torno a los cinco temas siguientes 35 • Primero, se discutió la precisión de los resultados presentados, que se confirmó cuando un trabajo encomendado por el ministro Delfim Netto al doctor Carlos Langoni 1973) reafirmó la tesis de la concentración personal del ingreso. Segundo, se discutió sobre el momento en que esta habría ocurrido, y tendió a concordar en que en el período anterior a 1956 no hubo síntomas claros de concentración, y en que buena parte de ella habría ocurrido entre 1956 y 1967, corroborando así la impresión generalizada de que en función de la distribución del ingreso, la fórmula de reajuste salarial del período Castello Branco, la «contención salarial», habría sido altamente regresiva 36 • Tercero, se debatió el tema de la interpretación de las causas de la concentración del ingreso personal. El pedido gobiernista a Carlos Langoni incluiría la certifica– ción de la teoría del «capital humano» como determinante de la distribución. El autor concluyó que, de hecho, la idea de que el principal factor responsable de la concentración había sido la fuerte demanda de mano de obra especializada y de que su mayor productividad explicaba la apertura del abanico salarial en los años 60 en favor de los trabajadores más calificados. La solución para el problema dis– tributivo brasileño sería más educación y capacitación de la mano de obra. La tesis fue criticada de dos maneras (Mala y Wells 1975) cuestionaron la vali– dez de las conclusiones, ya que «calificación de la mano de obra» no aparecía en las regresiones del propio Langoni como elemento determinante con peso suficiente para justificar los argumentos presentados por el autor. Paralelamente, Edmar Ra– cha (1975) argumentó que la concentración del ingreso no reflejaba calificación de la mano de obra, sino la posición de los gerentes en la dirección de las empresas. Estos, por oposición a los trabajadores «reales», operan como socios en la lógica de generación de ganancias en las empresas (en funciones tales como las de planifica– ción, alta administración, comando y control empresarial). El autor ofreció pruebas de que entre 1966 y 1972 se produjo un alza sustancial de las remuneraciones de los gerentes, superiores a las de los trabajadores, lo que los llevó a concluir que la apertu– ra del abanico salarial se había debido esencialmente a la jerarquía funcional y no a la calificación de la mano de obra. Esta solo podría ser esencial para explicar las dife– rencias entre trabajadores «reales», pero no entre estos y los gerentes. JS La recopilación organizada por Tolipan y Tinelli (1975) reúne varios de los principales tex– tos de los economistas «críticos» sobre el rema, redactados en la primera mitad de los años 70. Entre otros autores, cabe mencionar a Belluzo, Maria de Concei.,iio Tavares, Albert Fishlow, Rodolfo Hofman, Edmar Bacha; John Wells y Pedro Malan. 36 En esa época (1974), Fishlow publicó un importante artículo, contra la política salarial concentradora del ingreso aplicada por los gobiernos militares en los años 60. 43

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