Brasil y Chile: una mirada hacia América Latina y sus perspectivas

RICARDO BIELSHOWSKY y CARLOS MUSSI estancacionista, se posibilitó crecer concentrando el ingreso -e incluso que ello alimentaba un proceso de crecimiento acelerado. El título del ensayo Más allá del estancamiento tiene el doble sentido de analizar la superación del cuadro recesivo de mediados de la década de 1960 y la superación de la interpretación estancacionista. Los autores formulan una objeción teórica a la interpretación, oponiéndose a la tesis de que existe una tendencia a la baja de las tasas de utilidad como consecuencia de la alta densidad de capital de los sectores orientados a la producción de bienes para las clases ricas. Argumentan que el pro– greso teórico eleva la productividad en forma compensatoria a la elevación de la relación capital-trabajo, que la variable determinante en la decisión de invertir es la tasa de utilidad esperada, que guardaría poca relación «ex-ante» con el coeficiente de capital. A continuación, los autores interpretan los factores fundamentales que determi– nan el dinamismo de la economía brasileña, es decir, el «milagro perverso». La recesión de los años 60 se habría debido a la caída de la tasa de inversión después de concluido el Plan de Metas, a consecuencia de problemas relacionados con la estructura de la demanda y con el financiamiento. La compresión de los salarios y el aumento de la relación excedente-remuneraciones, y las reformas tributaria y del mercado de capitales fueron los elementos básicos de política económica que ha– brían dado lugar a la recuperación de la tasa de inversión pública y privada y a una fuerte expansión de la demanda de bienes durables, o sea, a las características fun– damentales de la nueva etapa de crecimiento. La reforma financiera y la concentra– ción del ingreso fortalecían la demanda de consumo de los estratos más ricos y medianos de la población, que tendrían una elevada elasticidad de ingreso en mate– ria de bienes durables y servicios de alta complejidad, adecuando así el perfil de la demanda a la estructura productiva liderada por las empresas multinacionales. Al mismo tiempo, la concentración reflejaba el incremento de las utilidades, que esti– mulaba las inversiones privadas. Por su parte, la reforma tributaria acompañada del aumento de las tarifas de los bienes y servicios de las empresas estatales hacía posible la expansión de la inversión pública. En la nueva fase, se daba impulso a la inversión mediante la división del trabajo entre el Estado y el capital extranjero, que formaban un «núcleo solidario de expansión en los sectores estratégicos: petroquímica, minería, siderurgia, energía eléctrica, transportes y telecomunicacio– nes 34 • El proceso era inclusivo y difusor del progreso técnico en los sectores dinámi– cos, pero al mismo tiempo ampliaba la heterogeneidad estructural de la economía brasileña. Poco después, Furtado (1973) publicaría su libro Análisis del modelo brasileño, en el que atribuía el dinamismo registrado desde 1967 al proceso concentrador, que incluía políticas de crédito y de ingresos que favoreCÍan a las clases altas y medias y habría permitido ampliar la demanda de bienes de consumo complejos, consagran– do el «modelo perverso». 34 Al Estado cabría la responsabilidad más pesada de proveer insumos baratos, economías externas y demanda efectiva al capital extranjero, que se dedicaba a la expansión de la capa– cidad productiva en los segmentos más dinámicos, como las industrias química, de materia– les de transporte y de material eléctrico.

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