Brasil y Chile: una mirada hacia América Latina y sus perspectivas

EL PENSAMIENTO DESARROLLlSTA EN BRASIL En consecuencia, el estudio del pensamiento económico en el período 1964- 1980 puede centrarse en la evolución de las ideas de las dos corrientes de pen– sadores desarrollistas, que pueden denominarse «gobiernista» y «crítica». Con– tribuyeron al debate otras dos corrientes, cuya presencia es relativamente me– nor: la socialista (Caio Prado Junior, Teotonio dos Santos, Rui Mauro Marini, Francisco de Oliveira), especialmente en los años 60, y la neoliberal (desta– cadamente Eugenio Gudin), cuya influencia, en disminución desde los años 50, comenzaría a recuperarse solo a fines de 1970. v. Como vimos en el capítulo anterior, respecto del período 1930-1964, el primer ciclo ideológico desarrollista consistió en un movimiento de «origen», «madu– rez», «auge» y «crisis» de! pensamiento en defensa de la industrialización me– diante planificación y dirección estataL La denominación .«crisis»en el contex– to de inicios de los años 60 tiene una acepción muy particular, de crisis «tran– sitoria»: en ese momento, e! proyecto de industrialización ya estaba ideológi– camente maduro y los ataques neoliberales al mismo no tenían mucha eficacia, pero se produjo todo un cuestionamiento sobre su futuro, en tres ámbitos: el de si era viable recuperar el crecimiento, que estimuló la reflexión sobre sus deter– minantes y su sustentación; el de la relaciones entre el proceso de industrializa– ción y los problemas sociales que estaría provocando; y el de la contribución relativa del Estado, del capital extranjero y del capital privado nacional al proceso de desarrollo. La evolución del pensamiento sobre el desarrollo económico a partir del gol– pe militar de 1964 representó un desdoblamiento de la reflexión de aquellos años en torno a esos tres temas. Los gobiernistas procuraban defender las po– líticas en curso; por su parte, los críticos se oponían a ellas y cuestionaban las posibilidades de continuidad del crecimiento, las consecuencias sociales del proceso de crecimiento en curso y, en algunos casos, la contribución del capital extranjero. Como telón de fondo ideológico de todo el debate estaban, sin duda, las inclinaciones político-ideológicas, respectivamente a favor y en con– tra del régimen militar. VI. Conviene esbozar el desarrollo de las ideas desarrollistas en el período con una periodicidad que tome como base la evolución de la discusión sobre el primero de los tres cuestionamientos antes mencionados, es decir, lo que se refiere a los determinantes y a la sustentabilidad de los procesos de inversión y de creci– miento. Con ese criterio, se puede afirmar que el segundo ciclo ideológico del desarrollismo pasó por tres fases, que efectivamente correspondieron a reac– ciones ligeramente posteriores a los acontecimientos en la economía real. La primera comprende desde 1964 hasta fines de los años 60. Fue una fase de «maduración» del desarrollismo del régimen autoritario, y de la perspectiva desarrol1ista crítica. El período se inicia con escepticismo respecto de la capacidad de crecimiento de la economía, que desaparecería gradualmente ante el éxito de la política antiinflacionaria, de las reformas que fortalecieron la capacidad de financiamiento del crecimiento y, a partir de 1968, de la rápida expansión del in– greso y del empleo. La madurez de ese segundo ciclo desarrollista tendría lugar cuando los actores centrales del debate, gobiernistas y críticos, se convencieron de

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