Brasil y Chile: una mirada hacia América Latina y sus perspectivas

RICARDO BIELSHOWSKY y CARI.OS Mussl hacia una economía industrial moderna. No obstante, iban más allá: la transición era vista como una etapa necesaria para la lucha por implantar el socialismo, que exigiría eliminar radicalmente dos contradicciones heredadas del período anterior: el monopolio de la tierra (contradicción interna) y el imperialismo (contradicción externa). El análisis económico de la corriente socialista, comprometido con las luchas políticas del partido comunista, tuvo como referencia y estímulo la pugna por la reforma agraria y por la eliminación del imperialismo, y todos los problemas básicos de la economía brasileña fueron tratados a partir de ese enfoque!6. La corriente socialista tuvo gran influencia en la introducción y difusión de una perspectiva histórica en el debate sobre la economía brasileña, mediante la contribu– ción de intelectuales como Nelson Werneck Sodré y Caio Prado Jr, este último autor del trabajo clásico sobre la economía colonial brasileña. También influyó decisiva– mente en la introducción en el debate económico de los aspectos relacionados con las «relaciones de producción». Tal vez el momento más inspirado de la producción de esa corriente haya sido el análisis de Caio Prado Jr. sobre la cuestión agraria, en el cual señalaba que, a diferencia de lo postulado por el partido comunista brasileño, la agricultura brasileña no sería feudal, y sus relaciones de producción serían esencial– mente capitalistas. El análisis de Caio Prado fue pionero ya que se realizó en 1946, mucho antes del auge de la discusión sobre estructura agraria y alianzas de clases de los años 60, cuando el propio Caio Prado volvería sobre el tema. Antes de proseguir, cabe mencionar la contribución de Ignacio Rangel, el más creativo y original de los economistas del período. Rangel era un socialista que, desde el punto de vista de la «táctica política», se aproximaba a la corriente desarrollista nacionalista y desde aquel del análisis y de propuestas concretas de política económica, era un independiente. Construyó su propio cuadro analítico -la tesis de la «dualidad básica de la economía brasileña»- y examinó en ese con– texto casi todos los temas centrales del debate económico del período. A su juicio, la forma de inserción de Brasil en la economía mundial, como periferia, exigía asimilar el materialismo histórico en forma crítica!? 16 La participación en el debate de varios ternas esenciales fue relativamente limitada. Por ejem– plo, entre los socialistas poco se analizó el terna cambiarío y, cuando se realizó, se sometíó a reflexión la relación entre la política cambiaría y la «sumisión a los intereses» del liberalismo y del imperialismo. Asimismo, la inflación fue terna secundario en el pensamiento de los autores socialistas, y su tratamiento se mantuvo por debajo del nivel analítico logrado en el debate entre estructuralistas y monetaristas, tal vez con la excepción de un trabajo de Guimaraes (1963), que relaciona inflación con la estructura concentrada de la propiedad y de una polí– tica económica al servicio del gran capital. 17 Para trabajar con esa diferencia, Rangel dividió el concepto de «relaciones de producción" en «relaciones internas» y «relaciones externas». Con ello, el autor anunció la tesis de que la historia del país corresponde a una secuencia de etapas caracterizadas por la simultaneidad de las formas de producción, o sea, a una secuencia de «etapas de dualidades» (Rangel, 1953 y 1980).

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=