Brasil y Chile: una mirada hacia América Latina y sus perspectivas

POLíTICA SOCIAL EN BRASIL: CONTINUIDADES Y CAMBIOS .Maria Helena Guimaraes de Castro ESTE ARTíCULO EXAMINA ALGUNOS DE LOS PRINCIPALES cambios de las políticas sociales brasileñas durante los últimos cuarenta años (1964-2004), prestando ma– yor atención a las políticas de educación y asistencia social. No trataremos de la seguridad social, sino que presentaremos en grandes líneas el impacto de los bene– ficios de base no contributiva en la lucha contra la pobreza. El principal argumento es que las políticas sociales universales, educación y salud, unidas a programas de transferencia de ingresos y beneficios sociales no contributivos, rediseñaron el cua– dro social del país y permitieron mejoras sustantivas en los principales indicadores sociales, a pesar del persistente cuadro de desigualdades. PATRÓN DE CRECIMIENTO ECONÓMICO Y DESIGUALDAD SOCIAL EN BRASIL EL PATRÓN DE CRECIMIENTO ECONÓMICO basado en la industrialización protegida fue responsable de que surgiera una economía urbano-industrial diversificada y com– pleja, de consumo y de masas, en la periferia del capitalismo. Sin embargo, dicho patrón de crecimiento no fue capaz de eliminar la pobreza y la miseria, aunque haya contribuido a reducirlas en los momentos más dinámicos de su ciclo. Algunos grupos sociales permanecieron totalmente al margen de sus beneficios, como por ejemplo, masas de trabajadores rurales sin tierra, micropropietarios rurales crecientemente empobrecidos y endeudados y contingentes de trabajadores urbanos marginales. El progresivo agotamiento de este patrón de crecimiento económico se acentuó a lo largo de los años 80, marcado por la crisis de la deuda, la creciente pérdida de dinamismo, el progresivo déficit público y la consiguiente crisis del Estado y la administración pública, la inflación recurrente y las vicisitudes e incertidumbres de los fracasados intentos de estabilización. En aquel período se agravaron nuestros problemas sociales: el contingente de pobres e indigentes volvió a crecer, se acentuó la desigualdad y algunos segmentos de las clases media y media baja se tornaron vulnerables -sobre todo los que dependían del Estado y de su acción-o La exitosa experiencia de la estabilización económica, representada por el Plan Real y sus efectos positivos -especialmente para los segmentos más pobres de la población- representa una inflexión en esta tendencia. Sin embargo, con el fin de la inflación, determinadas capas de la población se sintieron más vulnerables y algu– nas medidas contempladas en la estrategia de estabilización, como los intereses elevados, afectaron negativamente a ciertos sectores del comercio y la industria y, por consiguiente, del empleo.

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