Brasil y Chile: una mirada hacia América Latina y sus perspectivas

MARIA HERMINIA TAVARES DE ALMEIDA ta no fueron una década de marcado crecimiento económico y aun menos de ex– pansión del empleo. En consecuencia no es plausible suponer que expliquen la mer– ma observada en la pobreza y la indigencia. Los estudios relativos a las políticas de lucha contra la pobreza son todavía muy recientes y no permiten llegar a conclusiones definitivas. De acuerdo con el estudio de DISOC-IPEA (2003), que compara datos de la Encuesta Nacional de Hogares (PNAD) y del Banco de Datos Unificado de los programas de transferencia de ingre– so del Gobierno federal, los programas están adecuadamente focalizados en los más pobres. Schwarzer & Quirino (2002), estudiaron los efectos de la Seguridad Social Rural y de los Beneficios de Prestación Continuada (BCP) a partir de datos de la Encuesta Nacional de Hogares (PNAD) de 1999, y afirmaron que <dos dos pro– gramas tienen gran impacto en la disminución de la pobreza,>. Delgado (s/d) y Delgado y otros (1997) han mostrado las consecuencias positivas y progresivas del programa de Seguridad Social Rural, especialmente en el caso de las mujeres mayo– res que viven en municipios pequeños y pobres, en las regiones más pobres de Bra– sil. Cardoso & Souza (2003) analizaron datos del Censo con métodos econométricos y utilizaron datos de tendencia para estimar los efectos de los programas de trans– ferencia de ingresos en 2000 y concluyeron que ellos no influyeron significativamente en la reducción del número de niños que trabajan, pero sí en la frecuencia con que asisten a la escuela. Soares & Pianto (2003) evaluaron el Programa de Erradicación del Trabajo Infantil (ETI), y comprobaron que en 1998 se redujo el número de niños que trabajaban en los municipios que aplicaron el programa. Bourguignon, Ferreira & Leite (2002) usaron modelos microeconométricos para evaluar el programa Beca Escuela y encontraron un «efecto sorprendentemente marcado en los casos en que se exigía la asistencia a la escuela, en cambio no influía en absoluto en la reducción de los niveles corrientes de pobreza y de desigualdad». Para poder afirmar que los programas creados en las últimas décadas son eficientes y eficaces es preciso reali– zar mayores estudios. Por otra parte, dos hechos parecen claros. En primer lugar, hay razones para suponer que si se suspendieran los programas de transferencia monetaria directa, los que se vieron beneficiados por ellos volve– rían a la situación de pobreza. De ser así, por un largo tiempo parte importante de la población brasileña seguirá dependiendo de subsidios directos del Estado para satisfacer sus necesidades mínimas. En consecuencia, el sistema brasileño de pro– tección social tendrá una amplia base asistencial. En segundo lugar, los programas de transferencia directa de ingreso, que fueron exitosos para reducir la pobreza y la indigencia en las ciudades más pequeñas, han demostrado sus limitaciones: no lograron impedir que aumentara el número de pobres e indigentes en los grandes centros urbanos. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Barros, Ricardo Paes de y Foguel, Miguel Nathan, «Focaliza"ao dos gastos públicos sociais e erradica"ao da pobreza no Brasi¡", Henriques, Ricardo (ed.,) Desigualdade e Pobreza /lO Brasil, Brasilia; IPEA, pp. 719-739. Brasil (2000), Copenhague + 5 - Relatório nacional, Brasilia; Assessoria Especial da Presidencia da República. Campinas: Unicamp, manuscrito.

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