Brasil y Chile: una mirada hacia América Latina y sus perspectivas
BRASIL: LAS POLÍTICAS PARA LA POBREZA a familias con ingresos por debajo de la línea de pobreza para la compra de gas para cocinas y el programa Agente Joven de Desarrollo (Age1zte Joven de Desenvolvimien– to), transferencia monetaria destinada a jóvenes pobres y en situación de riesgo so– cial, condicionada a su participación en servicios comunitarios. En 1998, a raíz del acuerdo de préstamo suscrito con el BID, el gobierno creó la Red de Protección Social, un paquete de veintidós programas, protegidos de recor– tes presupuestarios, que tenía por objeto garantizar beneficios y servicios sociales a los grupos de más bajos ingresos. El paquete incluía la Beca Escuela, la Beca Ali– mentación y el PETI. Además, el gobierno federal creó el Proyecto Alvorada, focalizado en 390 municipios, de 14 estados, que tenían los puntajes más bajos en el Índice de Desarrollo Humano del PNUD 9 • En el mismo período, el gobierno federal completó la descentralización del siste– ma de asistencia social y eliminó la LBA 10. Bajo la presidencia de Cardosoll,12 se ampliaron significativamente los progra– mas de transferencia monetaria directa a las familias. Sin embargo, su gestión se mantuvo fiel a una concepción más amplia de la protección social, que implicaba combinar estrategias de desarrollo económico, políticas socÍales universales y polí– ticas focalizadas en la pobreza. El documento oficial que el gobierno presentó en la Conferencia Copenhague + 5, realizada en Ginebra, en 2000, afirmaba con claridad aquella concepción. El desarrollo económico sostenido requiere niveles adecuados de desarrollo social y viceversa. Requiere, por ejemplo, niveles de capital humano y de capital social que no van a ser alcanzados, en el corto plazo, tan solo por el crecimiento del producto nacional. (... ) Políticas sociales universales son y seguirán siendo necesarias. Sin embargo, dado que en Brasilia distribución de bienes y servicios sociales va a los grupos menos pobres antes que a los más pobres y dado que existen áreas de pobreza resistentes a las políticas universales, iniciativas focalizadas, destinadas a áreas y grupos en los cuales la pobreza extremada esta concentrada, son necesarias. (...) Políticas compensatorias, v.g. destinadas a equilibrar desven– tajas producidas por el mismo desarrollo o heredadas del pasado son siempre necesarias a pesar de insuficientes. No es el caso, en Brasil, de tener tan solo políticas focalizadas en minorías vulnerables o sujetas a riesgo (infantes, viejos, incapacitados, migrantes rurales y otros grupos). Políticas compensatorias y polí– ticas de desarrollo no son contradictorias. Políticas de desarrollo inducido para áreas y sectores que concentran grupos vulnerables y excluidos deben ser adopta– das en simultáneo con medidas compensatorias (Brasil, 2000 :62-63). Cuando se elaboró el documento para Copenhague + 5, las posiciones allí expresa– das ya no eran consensuales. Expertos y académicos de tendencia ultraliberal afirma- El Alvorada incluía doce programas en las áreas de educación, salud, agricultura familiar, capacitación profesional, saneamiento y apoyo a la familia. Entre ellos figuraban la Beca Escuela, la Beca Alimentación, el PEll y el Agente Joven del Desarrollo. 10 Sin embargo, la red de LBA sobrevivió a nivel local. 11 Para información acerca de Jos gastos en ese tipo de programas en Jos últimos años de la administración Cardoso, véase el cuadro 1, más adelante. !2 A la vez, esas políticas se multiplicaron por iniciativa de gobiernos de estados y municipios, especialmente en el sudeste, centro y sur de Brasil. 223
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=