Brasil y Chile: una mirada hacia América Latina y sus perspectivas

EL DESARROLLO DE LA DEMOCRACIA EN CHILE Otra consecuencia de esta facultad es el peligro de que se incurra en el nom– bramiento de ministros opacos, mediocres, cuya carrera carece de mayor brillo y, por ende, que no tiene conflictos con intereses de los partidos, lo cual puede producir un debilitamiento de la calidad de los miembros del más alto tribunal de la República. La mayoría lograda por la Concertación en el Senado, ahora que se eliminaron los senadores designados, le permite impulsar una política más cercana a sus plan– teamientos y estar menos presionada por el veto de la derecha. La mayoría en ambas cámaras le permite impulsar una estrategia de regulación del conflicto de tipo mayoritario y no continuar con las políticas consociativas, que tienen los in– convenientes que hemos analizado. Sin embargo, la mayoría electoral se da en una sociedad que rechaza los riesgos de conflicto y polarización, y existe una amplia zona de consenso entre sectores de la oposición y de los partidos de gobierno que generan fuerzas centrípetas hacia las prácticas consociativas. La novedad será que el gobierno no podrá culpar a la oposición de no poder sacar los proyectos de ley más deseados por sus partidos, porque cuenta con la mayoría para eH020. CONCLUSIONES EL CUARTO GOBIERNO DE LA CONCERTACIÓN que se establezca a partir del 11 de marzo del 2006 no romperá con la práctica de políticas consociativas aplicada por los tres anteriores, pero estas tendrán otros fundamentos. Ahora la Concertación cuenta con mayoría en ambas cámaras, sin tener que enfrentar el poder de veto que tuvo la oposición en el Senado gracias al respaldo de los senadores designados, que han sido eliminados. Este cambio político puede permitir un mayor dinamismo del sistema democrático, que puede favorecer los esfuerzos por mejorarlo, pero deberá tomar en cuenta los complejos intereses políticos y económicos de la oposición, cuyo alto apoyo electoral no le permite aplicar la regla de la mayoría sin tenerlos adecuadamente presentes. En consecuencia, las prácticas consociativas seguirán existiendo, pero tendrán otro fundamento: perfeccionar la integración de la oposición al sistema político, siendo ella ahora una minoría y no mayoría, como ocurrió hasta el 2005. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Ahumada, Jorge (1957), En vez de la miseria, Santiago, Editorial del Pacífico. Almond, Gabriel A. (1956), «Comparative Political Systems»,1oumal of Politics, vol. 18, N° 3, Agosto. Blanco, Rafael (2003), «El programa de justicia del Gobierno de Eduardo Frei», en Muñoz, Osear y Stefoni, Carolina (eds.), El Período del Presidente Freí Ruíz-Tagle, Santiago, FLACSO– Editorial Universitaria, pp. 187-220. Correa, Jorge (1999), «Cenicienta se queda en la Fiesta. El poder judicial chileno en la década de los 90», en Drake, Paul y Jaksic, lván (eds.), El modelo chileno. Democracia y desarrollo e11 los IlOventa, Santiago, Lom Ediciones, pp. 281-315. 20 Hay mayorías especiales para ciertos temas de ley que obligan al acuerdo con la oposición. 2°9

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