Brasil y Chile: una mirada hacia América Latina y sus perspectivas
NUESTRA DIVERSIDAD POR DESCUBRIR naciones y cuyos protagonistas son también actores nacionales con domicilio per– fectamente conocido. En cuanto a la <<Ínternacionalización", se trata de un proceso posterior a aquel, que se produce cuando los Estados nacionales concurren a la formación de organis– mos de tipo supranacional a los que se atribuye y reconoce algún tipo de injerencia en los asuntos internos de cada nación. Se trata, por tanto, de un proceso político y jurídico que si bien continua reconociendo la existencia de fronteras, se muestra dispuesto a abrirlas en beneficio de metas u objetivos que a la vez expresan y sobre– pasan el interés particular de los Estados. Por último, «globalización», que de los tres procesos es el más difícil de definir porque recién lo empezamos a vivir con una rara mezcla de asombro, fascinación y temor, tendría que ver con el hecho de expandir y uniformar aspiraciones humanas al modo casi de una conflagración, tan real como silenciosa, que quiere sustituir el apego a las tradiciones, sustentadas en léxicos locales, por la aceptación de un destino común y promisorio que estaría apoyado en una nueva representación del mundo, en la que los actores se diversifican, multiplican y confunden, hasta dejar al Estado apenas como una figura más dentro del reparto de una pieza que resulta demasiado temprano para calificar de comedia, drama o tragedia, como una figu– ra, tal vez, cuyo único papel pasa a ser el de facilitar las entradas y salidas de los demás actores de la obra, renunciando el Estado a dictar el libreto al que deben sujetarse tales actores en un escenario ahora perfectamente planetario. De este modo, la globalización, aunque impulsada por la expansión de un deter– minado sistema económico -el capitalismo- y de un determinado sistema político -la democracia- así como por un desarrollo revolucionario de las comunicaciones, tendría un carácter más amplia e intensamente cultural que los otros dos procesos antes esbozados. Si la mundialización colocó las fronteras, al tiempo que la internacionalización abrió esas mismas fronteras, la globalización equivaldría a la supresión de las fron– teras, a la integración de los hombres desde pequeños rebaños locales a la gran manada planetaria. Con la mundializadón, lo lejano recién aparece o se nos mues– tra; con la internacionalización lo lejano se nos hace más próximo; y con la globalización, por último, lo lejano se nos hace idéntico. Habría pues una cierta particularidad del proceso de globalización respecto de los de mundialización e internacionalízación. Pero habría que hacerse una pregunta, a saber ¿qué es finalmente 10 que se globaliza, o sea, qué es lo que pasa ahora a concernir al conjunto y no solo a algunas partes del planeta que habitamos? Como ha escrito el filósofo brasileño Octavio Ianni, si lo que se globaliza es la producción, entonces tendremos una «fábrica global,,; si lo que se globaliza es el comercio, tendremos en breve un «shopping center" global; si lo que se globaliza es un determinado sistema económico, llegaremos a tener un «capitalismo global»; si lo que se globaliza es solo la moneda, tendremos «dinero global»; si lo que se globaliza es la entretención, lo que tendremos será una «disneylandia globa],,; si lo que se globaliza es el deporte, entonces tendremos «fútbol global,,; si 10 que se globaliza es el caos, lo que vamos a conseguir es una «torre de Babel global,,; si lo que se global iza es la educación, tendremos un «aula global,,; en fin, si lo que se
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=