Brasil y Chile: una mirada hacia América Latina y sus perspectivas

ÁMBITO ECONÓMICO solidaridad o una globalización más amigable con el ser humano, en su conjunto e integridad. Participando activamente en esta iniciativa internacional, dos naciones del Sur se habían unido a naciones del Norte -Francia, España y Alemania- para trabajar en la identificación de fuentes innovadoras de financiamiento para comba– tir la pobreza y el hambre. Conscientes de que ambos flagelos están Íntimamente relacionados con el subdesarrollo, la inestabilidad económica y las crisis financie– ras, habían planteado una serie de propuestas para reunir recursos que permitan financiar «bienes públicos» como la solidaridad internacional y desalentar «males públicos» como las crisis financieras y la evasión tributaria a través de paraísos fiscales. A continuación, el profesor Ffrench Davis dijo que estaba de acuerdo en que la historia de las ideas era un reflejo de la historia económica, política y social, por lo que cabía preguntarse si podía hablarse de una polarización entre desarrollistas y neoliberales. En Chile había existido intervencionismo, pero todas las interven– ciones neoliberales destructivas tuvieron lugar durante el gobierno militar y las que trataron de avanzar de acuerdo con nuevas reglas del juego fueron posteriores a 1990. Mientras que en Chile el intervencionismo tenía un discurso más bien neoliberal, en Brasil, este podía calificarse de híbrido porque, por una parte, los gobiernos no habían abrazado un proyecto de transformación a largo plazo, pero de todas formas aprobaron un Plan plurianual de desarrollo que establecía una estrategia a largo plazo planteada dentro de la lógica del funcionamiento de la economía y la sociedad brasileñas. Respondiendo a una observación, uno de los expositores dijo que su intención había sido mostrar que pese a los grandes cambios en materia de política económi– ca producidos en Chile, podía discernirse cierta continuidad. Estuvo de acuerdo en que las políticas económicas no son un reflejo directo del pensamiento económico, sino en parte respuestas ante situaciones que exigen reaccionar y en parte, una forma de adecuarse a circunstancias nuevas. El pensamiento estatista de los años 1960 y 1970 fue reemplazado por el período neoliberal, bajo la influencia del pen– samiento global que se reflejaba en la prensa financiera internacional. A su juicio, había una corriente subyacente que hacía que la experiencia chilena pareciera más neoliberal de lo que era realmente. Al respecto, expresó que en su trabajo había querido explicar las razones por las cuales se babía hecho una transición negociada y por qué al traspasarse el mando debió seguirse por la senda trazada, sin volver atrás. No estaba de acuerdo en que en el país no hubiese surgido una nueva clase empresarial y al respecto citó como ejemplo la industria agroexportadora, por mucho que ella tuviese una importante connotación transnacional. En los años 60 se dijo que la propuesta de desarrollo de la CEPAL era como un avión sin tripulante. Por eso, lo importante ahora era plantearse cómo formular una estrategia de desarrollo y con qué sectores, porque tras las políticas económi– cas había grupos de intereses, sectores corporativos que había que incorporar en el régimen democrático. Finalmente, el profesor Ffrench Davis se refirió a la discusión sobre el llamado modelo chileno, preguntándose a cuál de ellos se refería la prensa cuando informa– ba que en un país determinado se aplicaría la experiencia chilena. Dijo que en la primera mitad del gobierno de Pinochet el modelo estuvo muy vinculado con el objetivo de liberalizar y no se había prestado atención al crecimiento ni a la equi- 102.

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