Brasil y Chile: una mirada hacia América Latina y sus perspectivas
DEBATE las tasas de interés internacionales entre 1979 y 1980, recordó que ocultaba el hecho de que tal incremento fue producto de una decisión unilateral de Estados Unidos de cambiar su propia tasa de interés, y tuvo gran impacto en América Lati– na. Fue una medida que apuntó a recuperar la hegemonía norteamericana nacida de la Primera Guerra del Golfo, que resurgió Bush 11. A consecuencia de ello, el multilateralismo se había debilitado yen ese contexto debía situarse la nueva estra– tegia de desarrollo regional. Refiriéndose a la afirmación de Bielshowsky de que, a partir de 1997-1999, Brasil ensayó un sistema de planificación con ejes de desarrollo -una experiencia rara en escala universal-, indicó que se había contratado una consultoría interna– cional para elaborar un plan plurianual (PPA). Sin embargo, aunque los PPA fueron concebidos como planificación intensiva de gestión, en verdad fueron «vacíos de planificación» o «literatura de ficción» poco provechosa. Finalmente, el comentarista destacó el rol desempeñado por la academia/univer– sidad en los cambios en el pensamiento económico. La ola neoliberal fue anterior a los años 80. En efecto, en los años 70, el desarrollismo decayó y se hizo hincapié en lo relacionado con el corto plazo. La imposición de la «condicionalidad" impuesta por el FMI y el Banco Mundial también se remontaba a los años 70, yen consecuen– cia era anterior al Consenso de Washington. Amanera de reflexión, Costa Filho mencionó que el continente enfrentaba grandes desafíos. Al respecto dijo que había dos aspectos especialmente precarios: la forma– ción de capital fijo y la inversión en ciencia y tecnología. En las últimas décadas, se había ensanchado la brecha respecto del mundo desarrollado y en consecuencia la exc.!usión social, responsable de gran parte de la violencia en el continente: en am– bos países la concentración del ingreso era demasiado elevada. Terminó su inter– vención recordando que era preciso reflexionar más sobre el papel que corresponde al Estado en el desarrollo de la región y recomendó continuar en el futuro el ejerci– cio iniciado por este seminario, prestando especial atención al tema de la tecnología en sus distintas vertientes. El profesor Ricardo Ffrench Davis, quien también intervino en la reunión en calidad de comentarista del tema, comenzó por destacar que Brasil y Chile compar– ten dos rasgos relacionados con la particular evolución experimentada por la mar– cada, pero heterogénea globalización que caracteriza actualmente la economía mundial y que están relacionados entre sí. El primero era el contagio de crisis cambiarias o financieras, que son tan intensas en el mundo de hoy. La crisis asiáti– ca había llegado a América Latina en 1998 y sus efectos perduraron, dañando el tejido social y el desarrollo económico durante todo un sexenio. Entre 1998 y 2003, el crecimiento económico de Chile cayó desde un promedio anual de 7% en 1990- 1997 a 2,7% y el de Brasil se redujo de 2,0% a apenas 1,5%. En 2004, ambas economías tuvieron una vigorosa recuperación, al igual que toda la región, gracias al impulso o a shocks positivos provenientes del exterior. Ambos países enfrenta– ban el gran desafío de aprender a manejar sus economías de manera que las pertur– baciones externas no los afecten tan fuertemente. Es lo que se llamaba aprender a hacer políticas macroeconómicas eficaces, contracíclicas, o una economía para el desarrollo. El otro rasgo compartido era el de la iniciativa emprendida por los presidentes Lula, Lagos y Chirac en 2004 para promover una globalización de la rOl
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