América Latina en el mundo: Anuario de Políticas Externas Latinoamericanas y del Caribe :1993-1996
02 Comparado con Europa del Este y el Mediterráneo, América Latina tiene la clara desventaja comparativa de que sus relaciones económicas con la UE no se basan en intereses de seguridad. Mientras que en el ámbito comercial, el subcon– tinente se ha convertido en el mercado más dinámico para las exportaciones de la UE, se ha producido una clara desviación de los flujos de inversi6n europeos 26 • Después de un auge temporal, las inversiones europeas directas a América Latina se han incrementado, entre 1992 y 1994, a un ritmo menor que las IED de Estados Unidos a la región 27 • Ello es, en primer lugar, la consecuencia de la desviación de las IED a los países de Europa del Este y la CEI, que reciben hoy una quinta parte de las inver– siones europeas al mundo en desarrollo. Además, la reducción de los flujos de inversión hacia América Latina se debe al incremento ele las inversiones en el espacio comunitario, a raíz de la entrada en vigor del MUE y las contracciones internas de la economía europea enire 1992 y 1995. Ante estas nuevas y contradictorias tendencias -relaciones econ6micas privile– giadas con algunos países, boom de ventas europeas a América Latina y reducción de IED europeas-, se puede estimar que las relaciones económicas entre Europa y América Latina seguirán manteniéndose a un nivel regional relativamente bajo, debido a los factores geográficos y la falta de argumentos de seguridad. Pero que algunos países -Chile, México y los Estados miembros elel Mercosur-, que juntos representan el 70 por ciento del intercambio comercial entre América Latina y la UE, tendrán para cada vez más productos un mayor acceso al mercado europeo. CONCLUSIONES Al hacer un balance de los acontecimientos en las relaciones europeo-lati– noamericanas en el período de 1992 a 1995, cabe subrayar dos tendencias: por un lado, se percibe un renovado interés por intensificar la cooperaci6n económi– ca y/o comercial entre ambas partes; por el otro, se perfila un destacado interés por un nuevo tipo de relación entre la UE y los países más avanzados de la región: -El nuevo reglamento de cooperación del 25 ele febrero ele 1992, introduce por primera vez instrumentos de coopcraci6n ccon6mica para América Latina, a la vez que la cooperación birregional se extiende a nuevos ámbitos. -El 23 de febrero y el 23 de abril de 1993, la UE estableci6, respectivamente, acuerdos de tercera generación con dos subregiones: América Central y el Pacto
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