América Latina en el mundo: Anuario de Políticas Externas Latinoamericanas y del Caribe :1993-1996

79 la nueva imagen de América latina La estabil idad democrática y la recuperación económica basada en la apertu– ra de los mercados, han creado una nueva imagen de América Latina. Con la excepción de Cuba, en todos los países se ha consol idado la democracia como mejor sistema de convivencia. Con muy pocas excepciones, la región está pacifi– cada y los países buscan su inserción competitiva en los mercados internaciona– les a través de una apertura económica y la promoción de la integración. Esta nueva estrategia de desarrollo, basada en la apertura hacia el exterior, ha sido impulsada en gran parte por los nuevos espacios que se abrieron en Europa y América Latina al final de la guerra fría. Sin embargo, no todos los países han alcanzado el mismo nivel de estabilidad política. En Colombia y Guatemala, continúan, aunque por razones muy distin– tas, los antiguos confl ictos armados entre Ejército y guerri Ila, que conllevan altos costos humanos y la frecuente violación de los derechos humanos. Asimismo, cabe resaltar el surgimiento de una nueva guerrilla «no ideológica» en México, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLNt que retleja, para muchos obser– vadores europeos, las crecientes desigualdades sociales en los países latinoame– ricanos a raíz del reajuste económico. La fecha del inicio de sus acciones arma– das, ello de enero de 1994, coincidió con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), lo cual ha sido interpretado por algu– nos analistas europeos como un rechazo al tratado por parte de los sectores más desfavorecidos del país. Por otro lado, la superación del enfrentamiento Este-Oeste ha contribuido a la pacificación de América Central, que había sido, junto con el Caribe, el principal escenario latinoamericano del conflicto entre las superpotencias. Dos años des– pués del cambio de gobierno en Nicaragua, el gobierno y el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) de El Salvador firmaron, el16 de febrero de 1992, un histórico acuerdo de paz que sentó las bases para reformar el modelo político y social y crear uno más democrático con mayor justicia social. También en Guatemala se inició, en enero de 1994, un diálogo entre el gobierno y la guerrilla. Pero, debido al destacado papel de los militares en la política y la per– sistencia de graves desequilibrios estructurales, todavía no se ha conseguido un consenso para poner fin a la violencia. Sin embargo, la primera ronda electoral, el 12 de noviembre de 1995, cuando se vislumbró una victoria del candidato del liberal-conservador Partido de Avanzada Nacional, Álvaro Arzú, abrió nuevas es-

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