América Latina en el mundo: Anuario de Políticas Externas Latinoamericanas y del Caribe :1993-1996
75 namá y Venezuela) para resolver el conflicto en el istmo. A raíz de esta concerta– ción surgió, en 19B7, un diálogo regular entre los cancilleres del Grupo de Rí0 8 y de la UE, que constituye hoy el foro de concertación poi ítica birregional más importante. En 1995, se inició un debate sobre el futuro del Proceso de San José. Ante la superación de los grandes conflictos políticos de la región, los ministros europeos y centroamericanos acordaron, en su XI Conferencia en Panamá, el 23 y 24 de febrero de 1995, renovar sus relaciones, adaptándolas a los nuevos impe– rativos y prioridades de la cooperación. Asimismo, la UE ha mantenido, desde su creación en 1969, estrechos lazos con el Pacto Andino, con el fin de apoyar la integración y el desarrollo del área. Aparte de la integración, la mitigación de la pobreza, el respeto por los derechos humanos, la protección del medio ambiente y la lucha contra la droga, han sido otras prioridades de la cooperación de la UE y sus Estados miembros hacia los países andinos. El Pacto recibe cerca de un 30 por ciento de los fondos totales dirigidos a América Latina. Con ello es la segunda subregión que más se ha bene– ficiado de la cooperación al desarrollo de la UE. Bolivia y Perú son los países de la región que recibieron la mayor parte de los recursos 9 • Desde 1991, los productos industriales, pesqueros y la mayoría de las exporta– ciones agrícolas de los países andinos reciben un acceso preferencial al mercado europeo para facilitar la venta de cultivos agrícolas y sustituir la producción de coca. Este trato preferencial fue extendido posteriormente a los países centroame– ricanos, que se benefician de un arancel cero para sus exportaciones pesqueras y la mayoría de los productos agrícolas. A finales de 1994, se prorrogaron las preferencias comerciales para los pro– ductos industriales de los países andinos, pero aún no se ha definido un nuevo Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) agrícola, que sustituya al que expiró a finales de 1995. Ya que el nuevo SPG agrícola depende de una reforma de la política agrícola común de la UE, que se definirá probablemente en 1996, las preferencias comerciales para América Central fueron prorrogadas hasta el 30 de junio de 1996. Con ello, Centroamérica y el área andina han tenido hasta ahora una clara ventaja comparativa frente a otros países de la región. A diferencia de la subregión centroamericana y andina, la cooperación entre la UE y el Cono Sur se basa en lazos políticos y culturales particularmente estre– chos y, más recientemente, en claros intereses económicos. Por ello, la UE ha establecido desde el inicio relaciones con el Mercado Común del Sur (Mercosur),
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