América Latina en el mundo: Anuario de Políticas Externas Latinoamericanas y del Caribe :1993-1996
62 hacia América Latina y Europa Occidental. "El IV Congreso reafirma la vocación de la integración de nuestro país con el resto de América Latina y reitera la [dislposición (...) de brindar facilidades preferenciales a los inversionistas latinoa– mericanos, en aras de propiciar ese proceso (. ..). El Congreso (. ..) aprecia la nece– sidad de ampliar y profundizar, sobre bases mutuamente beneficiosas, las relacio– nes de nuestro país con la Comunidad Económica Europea y todas las otras na– ciones de ese continente, así como Canadá y Japón))34. Un instrumento para el logro de una más eficaz inserción de Cuba en la comu– nidad internacional, con el apoyo de países de Europa y América, ha sido lograr que la Asamblea General de Naciones Unidas condene el embargo comercial norteamericano en su contra. La oportunidad la brindó la adopción en Estados Unidos de la Ley por la Democracia en Cuba. En noviembre de 1992, la Asam– blea General aprobó la moción cubana, escrita en un lenguaje escueto y modera– do para aunar votos, con 59 votos a favor, 3 en contra y 71 abstenciones. En noviembre de 1993 y octubre de 1994, Cuba presentó similares mociones que fueron adoptadas por mayorías crecientes (88-4-57 y 101-2-48). Sólo Estados Unidos e Israel votaron consistentemente en contra de esa moción (Israel así re– afirmaba su alianza con Estados Unidos mientras que protegía al mismo tiempo los intereses de sus inversionistas en Cuba). En 1992, Rumania también votó con Estados Unidos, yen 1993 lo hicieron Albania y Paraguay. Diez países latinoamericanos (incluyendo Cuba y HaitO apoyaron la moción cada año. Bolivia, Costa Rica, Honduras y Perú se abstuvieron el primer año, pero votaron a favor los otros dos. l\Jicaragua y Panamá se abstuvieron los dos primeros años, pero votaron a favor en 1994. Sólo Argentina y El Salvador se abstuvieron consistentemente. Guatemala votó a favor en 1993, pero se abstuvo los otros años. Los países del Caribe anglófono tuvieron un comportamiento distinto. En 1992, sólo Barbados y Jamaica votaron a favor. Durante 1993, los miembros de la Co– munidad Caribeña (Caricom) iniciaron conversaciones de cooperación económi– ca y comercial con Cuba. El congresista RobertTorricelli y los tres representantes de origen cubano en la Cámara amenazaron a estos gobiernos con oponerse a la reanudación o concesión de medidas preferenciales de comercio (incluyendo acceso al nuevo mercado de libre comercio en Norteamérica) que existían o po– drían existir entre Estados Unidos y estos países 35 . En noviembre de 1993, Baha– mas, Belice, Guyana, Santa Lucía, San Vicente-Granadinas y Trinidad-Tobago se sumaron a Barbados y Jamaica para votar a favor de la moción cubana. En 1994,
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